Las bolsas de plástico se fabrican en minutos, tienen una vida útil de minutos y/o segundos pero en cambio pueden tardar hasta quinientos años en desaparecer por lo que son fuente de contaminación, según los expertos. Los países de la Unión Europea acordaron hace tiempo directrices para reducir el consumo de este material cuya descomposición es perjudicial para el medio ambiente y cada socio ha ido implementando sus normativas para sensibilizar a la ciudadanía, una de ellas el pago de la bolsa en comercios.
Aquí, el Gobierno de los populares, encabezado por Mariano Rajoy, está preparando un real decreto para adaptarse a la normativa europea que prohibirá a partir del 1 de enero de 2018 el uso gratuito de las bolsas de plástico de un solo uso. Sin embargo cabe decir que la gran mayoría de comercios, supermercados y grandes superficies ya cobran por este producto para depositar la compra. El precio oscila desde uo o dos céntimos hasta poco más de un euro en función del tipo de bolsa, de su capacidad y de su material porque de hecho hay recipientes de este tipo para los diversos productos y artículos.
Mientras llega el real decreto hay comunidades, como Catalunya, que han tomado sus propias medidas y han lanzado campañas informativas -la última lleva como lema "Las bolsas se pagan"- sobre la prohibición de la gratuidad de las bolsas de plástico con el propósito final de reducir y acabar -esta sería una situación idílica- con el consumo de este material. En este contexto, la Generalitat ofrece algunos datos para que consumidores y comerciantes tomen nota de que no es un tema baladí. El último estudio de la Agència Catalana de Residus de Catalunya pone de manifiesto que en 2015 los establecimientos comerciales entregaron unos 1.229 millones de unidades de bolsas de plástico de un solo uso. Esta cifra representa la mitad de los más de 2.300 miliones de bolsas entregadas ocho años atrás, en 2007, pero es superior a los 1.177 millones de unidades distribuidas en 2012.
164 bolsas por persona y año
Explican que este incremento corresponde al comercio urbano. En concreto, en el periodo comprendido entre 2007 y 2015, la distribución en el conjunto del sector se ha reducido cerca de un 48 por ciento, a pesar que ha aumentado casi un 16 por ciento en el pequeño comercio. La reducción más importante se ha conseguido en los hipermercados (-99 por ciento) y supermercados (-94 por ciento). El objetivo es llegar al 90 por ciento de reducción en todo el comercio en el año 2020. Estas cifras han sido traducidas a nivel individual. En 2007, cada catalán consumía un total de 327 bolsas de un solo uso al año y ocho años más tarde, en 2015, este número ha caído a 164 bolsas. El Govern considera que esta cifra sigue siendo elevada y es por ello que confía en que si las bolsas son de pago, el consumo se rebajará de forma considerable.
Las medidas para con las bolsas de plástico con el fin de reducir su consumo cuentan, al menos así se desprende de las consultas realizadas, con el beneplacito de consumidores y comerciantes. Lídia, clienta y trabajadora en un supermercado, considera que "es una buena medida porque ayuda a un uso mucho más racional". Añadió que "la gente ya está bastante concienciada aunque, a veces, paracuatro cosas que compras si que pides la bolsa porque ese día no llevas ninguna. Y como cajera hay de todo pero una gran mayoría van con el carro o las bolsas de casa". Pero en los hábitos de consumo siempre hay matices. Núria, clienta también de supermercado, dijo aceptar la campaña. "Yo querría venir con las bolsas de casa pero, al final, siempre me olvido por lo que, habitualmente, recurro a las bolsas del establecimiento donde compro. De todos modos me parece bien que se paguen porque, al fin y al cabo, muchos las utilizamos para depositar la basura y también las pagaríamos". Rosario se mostró más sensible. "Cuando te regalan una cosa, ni que sea una bolsa, no das importancia. Y a veces ves bolsas de plástico tiradas en la calle, por el suelo. Es una lástima. Yo voy a comprar casi todos los días de las semana pero casi siempre voy con el carro o bolsas de casa. Para mí es mucho más práctico".
Consumidores sensibilizados y comerciantes también. Desde Casa Evaristo valoraron la campaña y explicaron que en su establecimiento hace tiempo que "observamos un mayor uso de bolsas y del carro. Estamos contentos porque hay conciencia sobre el tema y porque, al fin y al cabo, se trata de ser más responsable y hacer un buen uso de los productos que se puedan reciclar". También en La Sirena opinaron por igual. "Apostar por la reutilización y el reciclaje nos parece muy positivo y nosotros, de hecho, ya empezamos a poner precio a las bolsas de plástico con la normativa europea que ya entró en vigor hace casi una década.
La cadena Bon Preu también estima la regulación sobre este asunto. "Los consumidores son diversos pero si hemos notado que la gente viene más con el carro, el cesto y bolsas de casa". A la pregunta de si hay un perfil más predispuesto al usar y tirar o a reutilizar, los comercios consultados dan algunas pistas. "Las personas de más edad son les que suelen venir más con el carro pero ahora hay gente joven que también lo hace".