Terrassa

El huevo baila ya en la Catedral para la celebración del Corpus

La tradición de "l’ou com balla", el huevo flotando sobre un surtidor de agua, en singular acrobacia, sin caer, fue recuperada el año pasado tras décadas de olvido. Ayer, el obispo de Terrassa, Josep Àngel Saiz Meneses, bendijo la fuente en la que danzará, hasta el próximo domingo por la tarde, el huevo de oca que guarda el equilibrio sobre el brioso chorro de una fuente florida en el atrio de la Catedral.

Hubo suspense cuando el prelado puso la ovoide forma, pues el objeto pareció hundirse, mas cogió vuelo con prontitud. Flota, y es normal: se hicieron pruebas antes. El contenido de la cáscara ha sido manipulado con una exacta cantidad de agua para que se mantenga en danza y giro permanente. Había que adaptar también la presión de la espectacular fuente.

La tradición está ligada al Corpus Christi y, según la diócesis, se cree que su origen se sitúa en la Catedral de Barcelona. Ya tenía lugar allí en el año 1440, pero se sabe que de forma ininterrumpida el huevo baila en la Ciudad Condal desde 1637. En otras localidades catalanas se mantiene viva tal costumbre, pero en Terrassa, donde se celebraba principalmente en el Raval de Montserrat, se perdió en los años 1950. El Obispado, que decidió recuperar el rito simbólico para el Corpus del 2016, afirma que la representación tiene un tono "claramente eucarístico" unido al Corpus, "como la exaltación de la Sagrada Forma consagrada que se eleva sobre la fuente que tiene forma de cáliz, expresión de la vida nueva que Jesucristo nos ha dado con su muerte y resurrección".

La caridad
La Iglesia se prepara para el Corpus Christi, una de las fiestas más importantes del calendario litúrgico. Aunque la celebración exacta correspondía al miércoles, los actos de conmemoración tendrán lugar en Terrassa el próximo domingo. El Corpus de este año coincide con el aniversario decimotercero de la creación de la diócesis de Terrassa.

La fiesta "va íntimamente unida al día de la Caridad", destaca el Obispado. Por ello la Iglesia hace coincidir la liturgia con una colecta en todas las parroquias. La recaudación será destinada a Càritas. El lema de esta institución, "Atrapados en la precariedad", hace referencia a la cifra de personas sujetas a una pobreza crónica. En el aspecto litúrgico, la festividad alcanzará su punto álgido el domingo. El obispo, Josep Àngel Saiz Meneses, presidirá la misa en la Catedral a las siete de la tarde.

Una hora después empezará la procesión. Saldrá de la Plaça Vella y recorrerá las calles de los Gavatxons, de Sant Pere, del Cardaire y de la Font Vella. Desde las tres de la tarde veinte grupos confeccionarán alfombras de flores.

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