Las empresas exigen a sus gobernantes pragmatismo que no genere desconfianza en su quehacer diario, y por esto mismo, necesitan que la “buena praxis” impere a la hora de resolver el actual conflicto político entre Catalunya y España. Así lo aseguró anoche Marià Galí, presidente de la Cambra de Terrassa, en la entrega de los premios anuales de esta institución, dando a entender de esta manera su apoyo a una consulta acordada con el Estado, y desmarcándose de la vía unilateral. Durante el acto, se premiaron a un total de trece empresas y se otorgó el galardón al liderazgo empresarial a Baldiri Miret, del grupo egarense Lamirsa. El acto, que se celebró en la Masia La Tartana, en Matadepera, fue presidido por Jordi Baiget, conseller de Empresa i Coneixement, y reunió a una amplísima representación del mundo económico, político e institucional catalán.
Marià Galí, en su intervención, no eludió hablar del actual enfrentamiento Generalitat-Estado a raíz del proceso soberanista en Catalunya. En este sentido, recordó que el pleno de la Cambra, ya en 2014, aprobó apoyar las decisiones parlamentarias mayoritarias en Catalunya. En 2017, la entidad se ha adherido al Pacte Nacional pel Referéndum, como “expresión de la aspiración de resolver mediante votación democrática la situación política”. Y tiempo atrás expresó a Carles Puigdemont, presidente de la Generalitat, la necesidad de “claridad, determinación y acierto” en el proceso.
“Ideales se deben tener, sino seríamos seres irracionales. Pero se debe ser pragmático. Lo que interesa a las empresas es la buena praxis, ya que esto genera confianza y ésta es fundamental para que inviertan, y surja más empleo, más crecimiento y mayor equidad”, dijo el presidente de la Cambra.
Reconstruir relaciones
Porque “sea cual sea la decisión que tome por activa o por pasiva las ciudadanas y ciudadanos de Catalunya, al día siguiente se deberá proseguir con la tarea de construir y reconstruir un marco de relaciones favorables a los intereses económicos, políticos y sociales de nuestro país”. Galí tuvo palabras críticas contra el Gobierno español. “También cabe manifestarle que el hermetismo no conduce a ningún sitio, ya que para el progreso económico y social se requiere progreso político, sea como premisa o como consecuencia de aquéllos”. Durante su alocución, Galí abordó otros asuntos, como la recuperación económica, que cada día tiene “más síntomas de mejora”, o el futuro de la Unión Europea. En este sentido, hizo referencia a una encuesta realizada por la Cambra que concluye que para el 90% de las empresas “la existencia de un mercado único es muy importante para su competitividad, y que en la Unión Económica y Monetaria Europea se ha de velar por la estabilidad políticas y social”. Y por eso afirmó que “es necesario más Europa, impulsando de forma conjunta más proyectos de integración para consolidar y potenciar lo que se ha conseguido hasta ahora y posiblemente permitir que los diferentes estados miembros evolucionen a ritmos diferentes para impulsar otras políticas de mejora”. La nueva “normalidad” está marcada por la incertidumbre y la volatilidad. Y en interés de las empresas y la sociedad en general un elemento clave de estabilidad es “Europa”, un proyecto que “no depende exclusivamente de la política, sino también de la sociedad organizada”.
Capitalismo y progreso social
Galí también se refirió a la necesidad de lavarle la cara al capitalismo. “Se debe volver a asociar capitalismo con progreso social, y es cierto que las empresas lo necesitamos como fórmula idónea para dinamizar la actividad”. Porque en “temas sociales, paradójicamente, la recuperación económica está acentuando la desigualdad en la distribución de la renta y la riqueza”. Para Galí, éste unos de los retos sociales “trascendentes y complejos” a los que se enfrenta la sociedad moderna.
