Terrassa

Cuixart: “Los meses que vienen serán de una gran complejidad”

"A lo mejor es verdad que ahora empieza todo y a lo mejor es posible que aún no haya comenzado". Jordi Cuixart, presidente de Òmnium Cultural, bogó entre la prudencia y la ilusión, entre la expresión del anhelo de independencia para Catalunya y la llamada a simplificar el discurso y a no desdeñar la realidad. Los meses venideros serán de gran complejidad, avisó. Jordi Cuixart pronunció en el Centre Cultural una conferencia en la que apeló a convertir la inmigración "en motivo de orgullo".

Se remontó a 1961, a los orígenes de una entidad, Òmnium, constituida por cinco burgueses catalanes, "empresarios visionarios" que ya adelantaron el concepto de lengua catalana "como instrumento de cohesión social". No hace tanto de aquello, "en comparación con los trescientos años transcurridos desde 1714", señaló el conferenciante antes de abundar en "la obsesión por la cohesión social" que, según él, ha guiado al catalanismo de manera casi obsesiva.

El siguiente jalón del somero resumen histórico de Cuixart fue el 10 de julio del 2010, cuando la manifestación contra la sentencia del Tribunal Constitucional que recortó el Estatut. Según Cuixart, "el pueblo de Catalunya salió a la calle para luchar por la cohesión social, pero pasó de la protesta a la propuesta. Y la propuesta "fue la independencia". Por primera vez en la historia, el catalanismo se tornó independentista de manera unánime, destacó.

Los que luchan por la independencia lo hacen porque consideran, según el conferenciante, que esa opción "es la mejor garantía para la cohesión social". E incidió en el porvenir: "Nos partimos la cara por un futuro mejor". La cuestión, ahora, no va tanto de readaptar el mensaje para ensanchar los apoyos; no va de convencer porque sí, "pues nadie se suma a un proyecto en el que no se siente reconocido".

Los clásicos
Cuixart admitió que muchos catalanes "no se sienten adheridos al proyecto de emancipación nacional" y a lo mejor "habrá que volver a los clásicos". Los clásicos a los que aludió no son los griegos, sino gente como Paco Candel. "Todos y todas somos un solo pueblo", afirmó el ponente, "y cultura catalana es toda la que se hace en Catalunya".

"El Constitucional no tumba himnos ni banderas. Tumba leyes como la de pobreza energética", señaló para subrayar que el independentismo no es sólo "un ejercicio de pertenencia", sino también "de legítima defensa". El viernes pasado el presidente de la Generalitat fijó la fecha, el 1 de octubre, para el referéndum. "Los meses que vienen serán de una complejidad mayúscula", advirtió Cuixart.

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