La economía española está basada en el modelo “low cost” y realmente no se están llevando a cabo las reformas necesarias para “un cambio que asegure el crecimiento a largo plazo; de eso, no hay nada de nada”. Son palabras de José María Gay de Liébana, uno de los economistas más mediáticos, que participó en un acto organizado por la Assessoria Vallparadís en el restaurante Santa Margarida. Según Gay de Liébana, el modelo español está basado “en salarios bajos y desempleo alto” y, una vez superada la fase más crítica de la crisis, el panorama al que se enfrenta hará que la “economía no tire”. Y esto pasará porque se han recuperado algunos de los vicios que llevaron al país al borde de la quiebra. El sector industrial sigue perdiendo peso y la mejoría coyuntural de la economía española se fía al sector de la construcción y también al turismo, además de a los vientos de cola, como el petróleo barato y unos tipos de interés en mínimos históricos.
En el acto, que fue presentado por el historiador César Ballarín Elcacho, también intervino el ingeniero y docente Ramon Bardají, que habló sobre los factores de riesgo a tener en cuenta ante las nuevas patologías emergentes en el ámbito laboral y personal. Gay de Liébana, por su parte, y ante un auditorio numeroso, se centró más en la situación económica actual y las perspectivas de futuro. Directo e irónico, como es habitual, este economista remarcó que actualmente la industria manufacturera supone el 13% del Producto Interior Bruto (PIB), cuando en 1973, en plena crisis del petróleo, alcanzaba el 38%. Y esta caída del peso industrial es un drama porque es el sector que crea más empleo de calidad.
El turismo no es fiable
Basar el crecimiento en el turismo, que estos últimos años ha alcanzado cifras récord de visitantes en Catalunya y España, es otro de los grandes errores, pues el flujo de visitantes caerá cuando otros destinos tradicionales, como Túnez o Egipto, recuperen la calma sociopolítica. Además, el nuevo visitante tiene escaso poder adquisitivo. “Es un turismo de desgraciados”, afirmó.
Además, España presenta condiciones poco favorables que impulsen un desarrollo sostenido. En este sentido, recordó que el Estado español presenta el coste de la energía y los impuestos más elevados de Europa, y también es líder europeo en carestía en materia de Seguridad Social, costes financieros, a lo que se suman las ingentes trabas administrativas. Y en este apartado no se olvidó de Catalunya, territorio que “tiene los impuestos más altos de Europa”. Por ello, “hay cada vez más industriales e inversores que se van a Zaragoza”. Este economista presentó también un futuro negro para el Estado español por el excesivo peso de la carga de la deuda, que se ha disparado exponencialmente en los últimos años, hasta superar el PIB anual, y el de las pensiones, cuya hucha se agotará este año después de que el Gobierno del PP haya recurrido a ella reiteradamente para afrontar las pagas extras. “Mariano Rajoy pasará a la historia como el político que agotó la hucha” del sistema actual, que Gay de Liébana cree “insostenible” por la mayor esperanza de vida y el envejecimiento de la población y también porque la economía de “chiringuito” de España prioriza el trabajo precario que cotiza muy poco. También pintó un escenario difícil para el paro. “A los políticos no les interesa que baje el desempleo. Prefieren dar la renta garantiza básica y que los parados les besen las manos”.