El Colegio de Médicos de Barcelona advierte que la atención primaria en Cataluña ha llegado “a un punto crítico” y que el desgaste y malestar del personal hace la situación “insoportable”, con lo que hay riesgo de “colapso” en los ambulatorios “si no se actúa con celeridad”.
En un documento elaborado por medio centenar de médicos por encargo de la Junta de Gobierno del Colegio profesional, los facultativos atribuyen la “grave” situación a la falta de recursos económicos, con recortes acumulados de más de un 20 %, y a “la falta de un proyecto que motive e ilusione a los profesionales”.
La atención primaria en Cataluña, que atiende cada año 45 millones de visitas en 369 ambulatorios, donde trabajan 15.000 profesionales sanitarios, “ha llegado a una situación insostenible”, según el documento, que también denuncia “una desconfianza creciente entre profesionales y administración”.
“Se ha producido una enorme distancia entre el discurso político y la realidad de la asignación de recursos”, denuncia el documento, que considera “inexplicable” que si en el presupuesto de 2017 de la Generalitat aumenta un 7 %, la partida de Salud crezca un 4 % y que el dinero destinado a atención primaria sólo suba un 0,7 %.
Tras considerar la atención primaria como “clave de nuestro sistema sanitario público” y un “elemento fundamental para la cohesión social”, los médicos atribuyen parte de la situación a “la reducción drástica de las inversiones y de las retribuciones de los profesionales sanitarios, así como por la pérdida de puestos de trabajo” y la precariedad laboral de los nuevos incorporados.
“En la atención primaria también ha habido una pérdida de capacidad de decisión profesional y una centralización en estructuras alejadas de los equipos”, señala el documento, que reconoce la apuesta que Salud hace con la Estrategia Nacional de Atención Primaria y Salud Comunitaria (ENAPISC), aunque critica su “falta de concreción en el calendario de implantación y, sobre todo, la disponibilidad presupuestaria”.
“Anteriores gobiernos también anunciaron planes de reforma que nunca se han visto culminados”, recuerdan los médicos, que reconocen que “a pesar de tener unos resultados en salud que nos sitúan a la cabeza de los países más avanzados, hemos llegado a una situación insostenible”.
Los profesionales consideran imprescindible “aumentar significativamente la aportación y gasto en atención primaria, pero también hacer reformas estructurales en profundidad y urgentes”.
“Hay que poner más recursos y, al mismo tiempo, promover reformas para hacer cosas diferentes. Hay que recuperar la confianza y hacer mejoras tangibles de manera inminente”, advierte el documento.
Incrementar el presupuesto para atención primaria, que equivalga al menos al 20 % del total sanitario, planes de estabilización laboral que pongan fin a la precariedad laboral, cambios organizativos que permitan capacidad real de compra y gestión de listas de espera y apostar por la autonomía y la gestión de los profesionales son algunas de las propuestas que hace el Colegio profesional para revertir la situación.
Los 50 médicos que han elaborado el documento proponen también “evolucionar a una estructura de gestión más flexible, participativa y descentralitzada”, que los Equipos de Atención Primaria (EAP) no dependan de cargos de gestión ligados a los hospitales y suprimir las Unidades de Gestión de Atención Primaria (UGAP y UGEAP), que agrupan la gestión de dos o tres EAP “y que producen distanciamiento entre el órgano de gestión y el día a día de los centros”.
Mejorar y aumentar los tiempos de dedicación a los pacientes con más profesionales o con más horas por parte de los médicos que estén dispuestos, cubrir el 100 % de las sustituciones, mejorar las compensaciones salariales y laborales de los médicos y equiparar las retribución de la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria al resto de especialidades son otras de las reivindicaciones.
Además de mejorar la asignación presupuestaria para la atención primaria pasando del 16 % actual al 20-25 %, el documento denuncia que los EAP de consorcios sanitarios públicos “son cautivos de los grandes hospitales que absorben su presupuesto”.
“Las prestaciones no pueden aumentar mientras el presupuesto va bajando”, avisan los facultativos, que piden igualmente “simplificar muchos procesos burocráticos que no aportan valor a la gestión clínica y que limitan el tiempo dedicado a la consulta”.