La cárcel Modelo de Barcelona ha cerrado hoy sus puertas poniendo así punto y final a los 113 años de historia de un centro por el que han pasado personalidades catalanas del último siglo y tras diversos anuncios de cierre por parte de las administraciones en las últimas décadas.
Los 24 presos que han pasado la última noche en el centro han sido trasladados en furgones policiales a lo largo de la mañana a las prisiones Brians 1 y 2 y al centro de Mas d’Enric, ante la mirada de una cincuentena de vecinos concentrados delante de la Modelo para despedir la cárcel más antigua de Cataluña.
Pocos minutos después de haber partido el último autocar con presos, el director general de los Mossos, Albert Batlle, y el director general de Servicios Penitenciarios, Armand Calderó, han firmado el cese de la vigilancia del centro, lo que, en la práctica, ha significado poner el punto y final a los 113 años de la Modelo.
El conseller de Justicia, Carles Mundó, ha querido estar presente en el acto de cierre de la prisión y ha visitado una de las galerías ya vacías, así como uno de los patios interiores que albergaba una pista de baloncesto para los reclusos, mientras algunos de los trabajadores lloraban emocionados.
Acto seguido, el conseller ha protagonizado una rueda de prensa entre las celdas del centro que aún conservaban objetos personales de los últimos reclusos como zapatos, revistas o frascos de jabón.
Ante los periodistas, Mundó ha agradecido el “esfuerzo y comprensión” de los trabajadores penitenciarios, los familiares de los reclusos y las instituciones, que han hecho posible la clausura de una prisión que “todos sabíamos que debía cerrar más pronto que tarde”, ha dicho.
Asimismo, ha anunciado que la ciudadanía tendrá la oportunidad de visitar las instalaciones de la Modelo del 3 de julio a 26 de noviembre, puesto que el edificio albergará una exposición para rendir homenaje a la historia del centro, muy vinculada a la historia reciente de Cataluña.
Y es que por la Modelo han pasado personalidades catalanas del último siglo como el pedagogo Francesc Farrer i Guàrdia, condenado por los hechos de la Semana Trágica de 1909, o el expresidente de la Generalitat Lluís Companys, que fue encerrado en 1930 por participar en manifestaciones antes de ser presidente.
Durante el franquismo, estuvieron recluidos en la histórica prisión el también expresidente de la Generalitat Jordi Pujol, por los sucesos del Palau de la Música de 1960, y el militante anarquista Salvador Puig Antich, que fue el último ejecutado por garrote vil durante la dictadura.
En diciembre, la Generalitat entregará las llaves de las instalaciones al Ayuntamiento de Barcelona, que prevé convocar una consulta ciudadana para decidir el futuro uso del emplazamiento y los equipamientos municipales que deben sustituir a la prisión.
La cárcel Modelo albergaba a un total de 929 internos cuando la Generalitat inició en febrero pasado el proceso para vaciarla y cerrarla, aunque en años precedentes llegó a acoger a hasta 2.000 internos de forma sostenida, pese a que su capacidad es de 790 personas.
El cierre de la Modelo, ahora ya definitivo, fue una promesa de las administraciones durante décadas, pero reiteradamente aplazado, desde que el expresidente del Gobierno Adolfo Suárez se comprometió hace 40 años a cerrar esta histórica cárcel barcelonesa.
Desde la Generalitat han destacado en las últimas semanas que la Modelo era un centro “obsoleto” que requería de una inversión urgente de 25 millones para reformarla y que su cierre no supone una amenaza de colapso para el resto de prisiones catalanas.