La familia de una paciente enferma de cirrosis hepática y linfoma ha denunciado hoy que lleva desde el pasado martes, día 30, esperando en la zona de observación de Urgencias del Hospital Vall d’Hebron, mientras todas las habitaciones de la planta décima del hospital permanecen cerradas.
Àlex Egea, marido de la enferma, ha explicado hoy a Efe que el servicio de urgencias hoy está lleno de pacientes que esperan una cama de planta, entre ellos su esposa, mientras que las habitaciones de la décima planta están cerradas, según ha podido constatar él personalmente.
Un portavoz del Hospital Vall d’Hebron ha confirmado que la planta décima está cerrada y sin servicio y ha atribuido este hecho “a la gestión del hospital”, que decide si se abre o se cierra en función de la presión asistencial.
Ahora se considera que “no hace falta” abrirla, ha indicado el portavoz.
La esposa de Egea, a la que ya se le han realizado varias pruebas desde que ingresó el pasado martes a primera hora de la mañana, se encuentra en la zona de observación del servicio de urgencias, por lo que está en una cama y no en una camilla esperando un ingreso definitivo en planta.
El Hospital asegura que en el servicio de observación de urgencias hay “habitaciones igual que las de planta”, aunque las ventanas den a un patio interior, y los pacientes están igual de atendidos por los médicos.
Según el twitter de los médicos adjuntos de urgencias de Vall d’Hebron, esta mañana había unos 70 pacientes esperando cama en este servicio, en una situación similar a la de la familiar del denunciante.
El portavoz del hospital ha reducido esta cifra a 13 pacientes pendientes de recibir el alta o el traslado a una planta esta tarde.
También ha indicado que ayer acudieron 307 personas enfermas al servicio de urgencias, una cifra por encima de lo que es habitual en un día laborable en este centro.
Esta situación de varios días de espera para disponer de una cama en planta se repite desde hace meses en este gran hospital barcelonés, han denunciado los médicos adjuntos.
Algo similar sucede en el Hospital del Mar, de Barcelona, donde, de promedio, los enfermos que deben ingresar en planta están unas 48 horas esperando en urgencias, aunque algunos lo hacen hasta tres y cuatro días, según denunció ayer en rueda de prensa el doctor Josep Maria Puig, de Médicos de Cataluña, que añadió que, no obstante, en este centro no hay ninguna cama cerrada.