El liderazgo de Inés Arrimadas en C’s es incontestable. Obtuvo el 96% de los votos en las primarias que el partido celebró de forma telemática a finales de la pasada semana para elegir a su presidenciable en las próximas elecciones catalanas. Los otros tres candidatos apenas obtuvieron respaldo. El egarense Daniel Granados recibió 15 votos, Sergio Querol, 14 y Jordi González consiguió cuatro en unas primarias con un dato de participación muy bajo. Sólo votaron el 35,18% de los militantes, lo que se tradujo en 825 votos.
Granados, de hecho, pone el foco en la escasa participación. "¿Por qué en C’s apenas ha habido un 36% de participación y en el PSOE hubo un 80%?", se pregunta. Insiste en que "entre los cuatro candidatos no sumamos ni la mitad de los militantes que hay en el partido". La "mayoría absoluta" remarca no la ha obtenido ninguno de los aspirantes, sino "la abstención". Aún así, Granados considera incontestable la victoria de Arrimadas y cree que está "súper legitimada" para ser la cabeza de lista de la formación naranja en los próximos comicios catalanes.
El egarense, de 27 años, cree que la explicación a la baja participación no puede ser, en ningún caso, el sistema de voto, que afirma era muy fácil. Tanto como "abrir la página web y hacer apenas tres clicks". Considera que en la votación se han movilizado, básicamente, los militantes que ocupan algún cargo institucional y orgánico. "Teniendo en cuenta que la dirección del partido apoya a Arrimadas, la mayoría de la gente vinculada con el aparato la ha apoyado a ella". Hay "desencantado" con el partido, entiende. "Creo que mucha gente considera que su voz no se escucha realmente o se está sintiendo desvinculada", critica.
Granados lanza una propuesta a la líder del partido en Catalunya. "Estaría bien que Arrimadas convocara a los otros tres que hemos decidido dar un paso adelante y pudiésemos dialogar, porque algo pasa si sólo hemos conseguido movilizar al 36% de la militancia".
A favor de la consulta pactada
Una de las cuestiones en las que Granados discrepa de la línea marcada por la cúpula de C’s tiene que ver con el proceso hacia la independencia de Catalunya. Si la postura de C’s fuese "más flexible", apunta, el partido podría obtener rédito electoral entre el electorado del PDeCAT. "Hay que aflojar la cuerda contra los independentistas. Un liberal, como deberían ser los que pertenecen a C’s, tiene que dialogar con todo el mundo. Su base es el respeto a cada individuo y, por tanto, a su pensamiento". Él, afirma, no es independentista, pero está a favor de un referéndum pactado con el Gobierno. "Estoy seguro de que se podría convencer a Mariano Rajoy para poder celebrar un referéndum en Catalunya. Pero a la mayoría les interesa seguir alargando este asunto para no hablar de los problemas reales de la gente. En cuanto se celebre la consulta podremos ponernos a hacer política para la gente", opina.
