El movimiento vecinal atraviesa un proceso de atomización que ha llevado a diferentes barrios a duplicar, incluso cuadruplicar, el número de asociaciones de vecinos y a la Federació d’Associacions de Veïns de Terrassa a tomar una decisión histórica. La asamblea de la entidad aprobó el sábado, por primera vez, la incorporación de dos entidades vecinales de un mismo barrio: Can Parellada.
La media tuvo carácter "excepcional" y se adoptó en el transcurso de una asamblea extraordinaria seguida de una ordinaria. En la primera se aprobó la integración en la FAVT de la Associació de Veïns i Veïnes de Can Parellada: "Per la unitat del nostre barri". En la segunda, los asistentes ratificaron la decisión de la junta de la FAVT de admitir la entrada de tres nuevas AVV: La Nova Associació de Veïns de Can Parellada, la AVV de Can Palet de Vista Alegre y la de Can Boada del Pí. Con estas cuatro nuevas integraciones ya están federadas 28 entidades vecinales en la ciudad, todo un récord mérito de la actual junta presidida por Ramón Clariana.
El dirigente vecinal explica que la FAVT ha hecho una excepción en el principio de no aceptar duplicidades por tratarse de un caso "extraordinario". La FAVT no puede promover la división vecinal y sus estatutos la obligan a hacer de mediadora si se da esa circunstancia.
"Las dos AVV de Can Parellada no son resultado de una una escisión -puntualiza Clariana-. Son entidades nuevas que surgen con poco tiempo de diferencia". Desde la junta de la federación se ha trabajado para convencer a los promotores de ambas AVV de que se fusionaran en una sola pero "no ha sido posible convencerles. Están distanciados, pero no se boicotean".
En ese contexto, la federación ha decidido admitir la incorporación de las dos AVV. La plataforma vecinal ha tenido en cuenta que ambas coinciden en distintos foros institucionales como el consejo de distrito o la comisión de seguimiento de la riera de les Arenes.
Debate
La incorporación de las dos entidades de Can Parellada originó el sábado un intenso debate en la asamblea de la federación, donde las entre 14 y 16 AVV presentes expusieron argumentos a favor y en contra de la duplicidad. El tema es uno de los asuntos que se abordarán en el proceso de revisión de estatutos que la FAVT afronta este año y que su presidente espera cerrar antes de enero de 2018.
El de Can Parellada no es el único caso de dispersión en el movimiento vecinal de Terrassa. En Ca N’Anglada conviven desde hace años tres entidades, en Can Tusell funcionan dos y en Pere Parres también dos.