Terrassa

El bipartito abrirá un nuevo concurso para gestionar el bus

El equipo de gobierno está decidido a poner en marcha un nuevo concurso público para licitar la explotación de la red de autobuses urbanos de Terrassa. La idea del gobierno, que contaría con el apoyo de C’s, es adjudicar el contrato a finales de 2018.

No es la primera vez que el bipartito expresa su intención de encargar a una empresa externa la explotación de la red de autobuses, como ya se hizo en el fallido proceso iniciado en 2013, pero en esta ocasión parece que la decisión es definitiva. El concejal de Movilidad, Marc Armengol, explicó a este diario que la decisión se tomó ayer por la mañana en el marco de una reunión de tenientes de alcalde y que por la tarde se informaría a los portavoces del resto de grupos.

Las versiones sobre cuándo y cómo se ha tomado la decisión difieren. Los ediles de los dos únicos grupos de la oposición que asistieron a la comisión política de movilidad celebrada hace un par de semanas, Xavier Matilla (TeC) y Carles Caballero (ERC) aseguran que Armengol les informó allí del modelo de gestión escogido. Afirman que les explicó que "se está trabajando ya en la redacción de un nuevo pliego de cláusulas" para licitar el servicio, afirma Caballero, porque no todos los aspectos incluidos en la plica de 2013 serían de aplicación ahora debido a cambios en la normativa europea. Armengol, en cambio, niega que en esa comisión se hablase del asunto y que la decisión estuviese entonces tomada. Insiste en que fue ayer cuando el gobierno dio el visto bueno a iniciar un nuevo concurso para gestionar los autobuses.

No más municipalizaciones
Armengol admite que en esta decisión ha pesado mucho el hecho de que el Consistorio está inmerso en el complejo proceso de asunción directa del agua. "El Ayuntamiento no tiene ni recursos ni estructura para aguantar otro proceso de remunicipalización de un servicio", explica.

La gestión indirecta era la apuesta del edil socialista y, de hecho "es el mandato actual que tiene el pleno", fruto de la decisión que se tomó en la legislatura anterior, subraya el socialista. Esta vez el pliego de condiciones se encargará a una empresa externa dada la "complejidad" del mismo. En 2013 el documento lo elaborarán los servicios técnicos municipales, a los que también se dirigieron parte de las críticas en el fallido concurso de hace cuatro años. El gobierno calcula que harán falta unos quince meses para poder redactar la plica, licitar el servicio y adjudicarlo. Esperan que el proceso esté resuelto "a finales de 2018".

Los plazos con los que trabaja la Administración harán necesario que el pleno apruebe en septiembre otra prórroga (ya serán siete) a Tmesa para que continúe haciéndose cargo del servicio durante todo el 2018, admite el concejal de Movilidad. El contrato actual (que expiró en 2009, después de veinte años) sólo permite dos prórrogas más, aunque Armengol espera "no tener que utilizar" la de 2019.

El socialista comenta que la decisión de externalizar la gestión no pasará por el pleno al no modificarse el acuerdo del mandato anterior que sigue en vigor, pero sí lo harán los pliegos, por lo que el bipartito, que gobierna en minoría, necesita el apoyo de otros grupos. En este momento, prosigue Armengol, "C’s ya ha manifestado que está de acuerdo con la decisión, pero que querrá participar en la redacción de los pliegos".

Ni ERC ni TeC tienen claro si apoyarán la apertura del nuevo concurso. Los dos grupos afirman que les faltan elementos para valorar la decisión. "No hay ningún documento que analice los distintos modelos y justifique la decisión del gobierno, pero lo peor es que el concejal responsable tampoco es capaz de explicarte porqué se han decidido por esta fórmula", critica Xavier Matilla, de TeC.

El edil es muy crítico con la gestión de Armengol en el área de Territorio y Sostenibilidad. "Tenemos un regidor que no decide; son otros los que toman las decisiones que afectan a su departamento", remarca. Respecto al modelo en cuestión, para TeC, cualquier propuesta de gestión de un servicio público que no pueda realizarse de forma directa es una cierta renuncia. "Si realmente no se puede, hay que explicarlo muy bien. No es una razón decir que es para evitarse problemas", remarca Matilla.

Caballero también pregunta "dónde está el expediente con los datos técnicos, económicos y políticos que justifiquen que la mejor opción es la concesión externa". El edil considera que también debería estudiarse la posibilidad de externalizar algunas líneas y asumir la gestión directa de otras. Este sistema "permitiría a compañías modestas presentarse al concurso".

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