Los médicos de primaria del Consorci Sanitari de Terrassa han decidido plantarse cansados de esperar una respuesta a la situación que se vive en los CAPS del proveedor sanitario, donde no se cubren 16 bajas por jubilación de médicos y enfermeras en los ejercicios 2016 y 2017.
Los facultativos explican que hace tiempo que conviven en “una situación de precariedad importante”, común en la atención primaria catalana, pero que se ve especialmente agravada en el CST por la difícil situación económica que atraviesa el consorcio, cuya autonomía de gestión está intervenida desde el mes de diciembre.
El ICS abonaba las nóminas de los profesionales jubilados y no los ha substituido hasta el momento. Formalmente corresponde al CST contratar a los nuevos profesionales, pero el consorcio “carece de recursos para abordar más contratación de personal”.
El efecto directo de esta falta de recursos se traduce en “una sobrecarga insoportable para los profesionales” de la atención primaria y una “degradación gradual de la asistencia que se presta a la ciudadanía”.
Metges de Catalunya en el CST y la Associació Professional de Facultatius (APF) decidieron el pasado 4 de mayo en asamblea denunciar el problema. Citan como ejemplo la situación que se vive en el CAP Sant Llàtzer.
A principios de mes, el centro había perdido once facultativos por baja laboral o jubilación, a los que se suman dos doctoras gestantes y tres médicos de familia con reducción de jornada. Además, con una población de referencia de 41.164 personas, el centro comparte odontólogo con otro CAP, cuando la ratio autonómica es de 1 odontólogo por cada 11 mil habitantes. Como consecuencia, “hay hasta 8.500 adultos y 2.600 niños sin médico de familia o pediatra asignado formalmente por la ausencia de sustitutos”.
Financiación
Los mécicos exigen al CatSalut “que no se ahorre ni un euro en los profesionales del ICS que se han jubilado o se jubilarán en el CST y acuerde traspasar los recursos económicos correspondientes para que puedan ser sustituidos”.
Para aliviar la difícil situación del Consorci, los médicos piden también al Ayuntamiento que, como presidente de la Fundació Sant Làtzer, renuncie al importe de 600 mil euros del alquiler anual que el CST paga por el Hospital de Sant Llàtzer. Los médicos proponen que con ese dinero el CST contrate más personal asistencial para paliar la falta de recursos humanos.
En este contexto el colectivo médico ha decidido plantarse y ha anunciado que renuncia a asistir a las sesiones clínicas y a las comisiones asistenciales y no asistenciales. Además, no impartirán formación a los estudiantes de medicina “ya que la sobrecarga asistencial es tan elevada que necesitamos todo este tiempo para garantizar la calidad asistencial”.
Además, los médicos inician una movilización a nivel ciudadano con el objetivo de recabar el máximo de apoyos a sus reivindicaciones. Apelan a las AVV, a las plataformas en defensa de la sanidad pública y a los partidos políticos.
En paralelo, los médicos han puesto en marcha una campaña de recogida de firmas .
Los facultativos de la primaria ya han hecho llegar su malestar a la dirección del CatSalut y al Ayuntamiento de Terrassa, de quienes esperan un gesto que desencalle permita desencallar la situación.
La plantilla del CST lleva años denunciando el recorte de recursos y el papel clave que CatSalut ha tenido en la crítica situación que atraviesa el Consorci. Desde hace un año, el proveedor sanitario intenta reconducir el problema mediante un plan de viabilidad encaminado a la recuperación del equilibrio económico y financiero y a disminuir el endeudamiento. El propio conseller Antoni Comín se comprometió personalmente a una inyección de recursos que ha llegado puntualmente.
Los trabajadores han denunciado reiteradamente que buena parte de la deuda acumulada por el CST –35 millones de euros– tiene origen en la actividad realizada durante años por el Consorci Sanitari y no pagada por CatSalut.
LA CIFRA
900.000. Es la cantidad en euros que el CST pide que CatSalut se comprometa a incorporar anualmente al presupuesto ordinario del consorcio para consolidar la contratación de los profesionales que den relevo al personal jubilado.
