La Llar Fundació, que gestiona la residencia y el centro de día para personas mayores en la avenida Abat Marcet, está de enhorabuena. Si este miércoles presentaba sus nuevas instalaciones de cocinas aptas para ampliar y reforzar su línea de restauración basada en la textura modificada, hace unas cuantas semanas uno de sus proyectos, "La historia de mi vida", fue premiado en la V edición del programa Territorios Solidarios, con el que BBVA CX y la Fundació Antigues Caixes catalanes (Facc) dan ayuda económica a proyectos de entidades sociales propuestos por los propios empleados.
Des de La Llar explican que el proyecto premiado surgió de la necesidad de acercarse cada vez más a la vida de las personas con las que trabajan, principalmente aquellas con situaciones de alta dependencia cognitiva, y "poder dar continuidad a su vida y dignificarla cuando la enfermedad ya está en una etapa avanzada". La intención es conocer quiénes han sido, qué han hecho, cuáles han sido sus valores, ideales, principios, acontecimientos vitales, intereses y aficiones que han marcado su recorrido vital. "Dicha información nos permite relacionarnos con ellos, elaborar un plan de atención centrado en la persona, poder cumplir sus preferencias y mejorar su bienestar", señalan desde La Llar.
Para conseguirlo, se llevan a cabo tres acciones diferentes: "Mi historia de vida", "Yo soy…" y "La caja de la vida". La primera de ellas consiste en un documento que recopila las experiencias, aficiones, actividades laborales, relaciones, rutinas, costumbres o manías más significativas de la persona. Es una ficha que rellenan los familiares de las personas que entran a formar parte de la comunidad de La Llar, como usuarios.
En la misma línea, "Yo soy …" es una ficha donde se describen los rasgos más significativos de la persona y su vida. En este caso, pero, quien redacta el documento no es la familia sino que el personal de La Llar hace una pequeña entrevista al usuario para poder rellenar la ficha, en la que se recogen datos importantes de su vida, lo que le gusta, lo que no le gusta y en qué necesita que le ayuden.
Finalmente, en "La caja de mi vida" se trata de que el usuario de La Llar llene, junto a su familia, personal de la fundación o amigos, una caja con objetos significativos para él, que le permitirán rememorar recuerdos, olores y sensaciones cuando su enfermedad cognitiva esté ya en una etapa avanzada y la persona se sienta desubicada. "Cuando está desconcertada, le mostramos la caja y de este modo, intentamos recuperarla", explica Isabel Gómez, de La Llar.
Con el premio otorgado por BBVA CX y la Facc, con una dotación económica de 10.000 euros, la entidad podrá seguir invirtiendo en este proyecto y hacer investigación social.
