Todo el mundo sabe, gracias al relato de espectáculo competitivo servido diariamente por los medios de comunicación, y agitado por mucha gente en las redes sociales, que el próximo domingo, 21 de mayo, los socialistas votaremos en elecciones primarias a nuestro nuevo/a secretario/a general.
Ya no es tan conocido, ni explicado por los medios, ni agitado en las redes sociales, que los días 16, 17 y 18 de junio los socialistas celebraremos nuestro 39 congreso federal. Aunque ya hace días que trabajamos en actualizar nuestro análisis de los problemas de nuestra sociedad y de nuestro país, y en identificar las soluciones políticas más acordes con el interés general, alineadas con nuestros valores y principios de siempre (libertad, igualdad, solidaridad), para plasmarlas en nuestros programas políticos y electorales.
La ponencia marco base para la actualización de nuestras políticas se puede consultar en línea (www.psoes.es/39congresopsoe), y convidamos a todas las personas que quieran hacernos aportaciones a que contacten con nosotros sin ningún tipo de reserva (vallesoest@socialistes.cat). Agradeceremos mucho recibir observaciones para hacer más útiles para la sociedad nuestros programas políticos. Y, para quienes deseen participar presencialmente, tenemos programada una sesión abierta para trabajar la ponencia en nuestra sede de Terrassa el día 18 de mayo a las 19:00 horas.
Para muchos socialistas, lo realmente importante en este momento no es decidir quién va a dirigir el partido, sino qué políticas proponemos a la sociedad para resolver los problemas que la derecha no sólo no ha resuelto, sino que los ha agravado durante su mandato (nivel inaceptable de paro, degradación de las condiciones de trabajo, reducciones en los servicios públicos, aumento de las desigualdades, escandaloso nivel de corrupción, falta de oportunidades para nuestros jóvenes que se ven forzados a emigrar, por bien formados que estén, etcétera).
Lamentablemente, la mediatización de la vida también ha llevado la política al espectáculo y, en ese código, las cosas se simplifican y se reducen a sus elementos más primarios, en este caso, la lucha por el poder dentro del partido.
Pero no se trata sólo de una lucha entre dos (que hay tres). Se trata también de armonizar la convivencia de tres ideas de la democracia presentes en este momento en el PSOE y en la sociedad española: 1) la elección directa de nuestro secretario general, un mecanismo propio de sistemas presidenciales que adoptamos en 2014 para darle mayor legitimidad, liderazgo y proyección social, 2) las estructuras intermedias, comité federal y federaciones territoriales, propias de un sistema representativo, que dirigen el partido en los periodos entre congresos, y 3) el asamblearismo de nuestras agrupaciones locales, donde la militancia toma directamente muchas de las decisiones de su ámbito de actuación.
En estas primarias y en este congreso nuestro reto principal es reconectar con la sociedad y ganar su confianza con nuestras propuestas políticas y con nuestra actuación en las instituciones, para volver al gobierno, ponerlo al servicio de la mayoría y solucionar de verdad los problemas sociales. Pero tenemos un segundo reto como partido político para que estas tres ideas de la democracia puedan convivir sin choque de legitimidades, enriqueciendo nuestra aportación al desarrollo de la democracia. Los socialistas estamos obligados a ser, en primera persona, la vanguardia de la mejora de la democracia.
Dicho esto, ahora que estamos en campaña y puede pedirse y expresarse el voto, yo lo hago por Patxi López, que es quien en esta campaña pone las razones y los argumentos por delante de las emociones (analógicas las de Díaz, 3.0 las de Sánchez, pero emociones ambas), y creo que argumentos y razones deben dominar el campo de acción de la política. Lo otro, los viejos y nuevos populismos, es peligroso para la democracia y para el progreso.
El autor es secretario de política municipal de la Federación Vallès Oest del PSC