El Terrassa FC está más pendiente de la promoción de ascenso y del sorteo de la primera eliminatoria que se producirá el lunes por la tarde que del último partido de Liga. Pero mañana debe cubrir el trámite en el campo del Cerdanyola para poder celebrar del modo que se merece un éxito de tanta altura. El pasado domingo las matemáticas frenaron la euforia tanto de los jugadores como de la afición, aunque los números están claramente decantados en favor de los intereses del equipo que dirige Agustín Vacas. Instalado en la cuarta posición de la tabla clasificatoria con tres puntos de ventaja y ocho goles de renta en el "goal average" general sobre el Sant Andreu, sólo una catástrofe sin precedentes dejaría al Terrassa fuera del "play off".
"Tenemos ganas de que sea el domingo a las dos de la tarde para poder celebrarlo", señala el técnico, Agustín Vacas, convencido de que el trabajo ya está hecho. "Hasta que no sea definitivo no toca celebrar nada. Pero sabemos que es casi imposible quedar fuera de la promoción."
En ese escenario, Vacas ha invitado a sus jugadores a mantener la tensión y un elevado ritmo de trabajo. "Quizás al principio de la semana se pudo notar una cierta relajación. Pero ha durado poco porque no es conveniente rebajar la intensidad. En primer lugar porque queremos ganar este último partido y después porque no es fácil volver a conectarse a la Liga y tener la misma intensidad. Tenemos asumida la clasificación para la promoción, pero eso no debe influir en nuestra línea de trabajo." Aunque el Cerdanyola no se juega nada por cuanto ya tiene la permanencia asegurada, en las filas egarenses se espera un compromiso de elevada exigencia.
Entre los alicientes de la jornada destaca la posibilidad de obtener la tercera plaza en la clasificación final, actualmente en manos del Vilafranca. La diferencia es de un punto y el Terrassa necesita ganar y que el Vilafranca no lo haga en Ascó para arrebatarle esa posición. La ventaja escalando esa posición sería que en el sorteo de la primera eliminatoria de la fase de ascenso el Terrassa se mediría a otro tercer clasificado y el sorteo decidiría el orden de los partidos. Si es cuarto jugará contra un segundo y disputaría en casa la ida y la vuelta lejos del Camp Olímpic.
Cambios y prudencia
El entrenador del Terrassa aprovechará el escenario para realizar algunas pruebas en clave de futuro. En primer lugar, dará descanso a dos futbolistas de gran peso en el equipo como son Amantini y Marc de Val, que tienen cuatro tarjetas y correrían el riesgo de perderse el primer partido del "play off" si viesen la quinta amonestación. Además, Vacas quiere dar minutos a futbolistas como Borges, Xapi Arnau o Raúl Torres, que salen de lesiones de larga duración y precisan adquirir ritmo de competición. Es casi seguro que los tres formarán parte del once titular del conjunto egarense.
Con la promoción virtualmente en el bolsillo, se entendía que probablemente el club acometería ahora la continuidad del entrenador en el banquillo. Pero el tema parece aparcado hasta que acabe la temporada. "A todos nos gusta saber nuestro futuro cuanto antes. Pero no tengo ninguna prisa. Y entiendo que el club prefiera tenerlo todo hecho", señala Vacas. "Pienso que el trabajo ha dado sus frutos y que las dos partes estamos contentas. De momento hemos cubierto la primera parte del objetivo y ahora falta la segunda".