Por si faltaban alertas ante la sucesión de fuegos, otro incendio en la periferia Este de Terrassa, esta vez en los alrededores de Can Bonvilar, activó las alarmas el miércoles por la tarde. Ardieron cien metros cuadrados de superficie de matojos y sotobosque, pero más importante que la extensión de lo quemado es la génesis de los fuegos: se detectaron cuatro focos distintos.
Bombers de la Generalitat recibió el primer aviso a las 6.47 de la tarde. Se había declarado un incendio en una zona boscosa junto al camino de los Plans de Can Bonvilar, cerca del Real Club de Golf El Prat. Dos dotaciones de bomberos acudieron al sector y una unidad de la Policía Municipal colaboró en el dispositivo de emergencias, que duró una hora. La policía confirmó la localización de cuatro puntos de origen de las llamas en el área afectada. El viernes pasado, otro incendio había quemado no muy lejos de allí, entre el Camp del Roure y Torrebonica, cincuenta metros cuadrados de vegetación, sobre todo de matorral. La alerta a los bomberos llegó a la 1.50 de la tarde y tres dotaciones de ese cuerpo de emergencias trabajaron en la extinción durante casi una hora. En esa ocasión se encontraron tres focos de incendio diferentes.
No habían transcurrido ni veinticuatro horas cuando se registró otro fuego forestal en la zona Este, cerca de Torrebonica.
Dos horas
El incendio se inició a las 3.30 de la tarde y quemó trescientos metros cuadrados de huertos, barracas y matorral a poca distancia del Hospital de Terrassa.Una de las dos dotaciones de bomberos que intervinieron trabajó durante dos horas.
A finales de febrero, en menos de veinticuatro horas, se desencadenaron tres quemas en un radio de unos pocos cientos de metros, entre Can Petit y la Font de Les Canyes. Sobre todo devastaron cabañas de madera y huertos.
La primera incidencia tuvo lugar a pocos metros de la carretera de Castellar, al igual que la segunda. La tercera destruyó maderas y una barraca a corta distancia de la avenida de Font i Sagué, en el polígono de Can Petit.