Terrassa

Ignasi Escudé: el precursor de la arquitectura moderna

El próximo fin de semana se celebra una nueva edición de la Fira Modernista y la ciudad pondrá de nuevo valor su patrimonio arquitectónico que tiene como autor más destacado a Lluís Muncunill. ¿Pero cuál fue la arquitectura que siguió al Modernismo? Gran parte de esta respuesta la hemos hallado siguiendo la pista del arquitecto municipal Ignasi Escudé Gibert (Terrassa, 1909-1942), quien compartió además vocación profesional y vínculos familiares con Muncunill (se casó con una hija del arquitecto) y de quien el lunes, 8 de mayo, se cumplen 75 años de su fallecimiento. Escudé Gibert -considerado el arquitecto de la Modernidad – vio truncada su carrera muy joven, cuando solo contaba 33 años de edad, a causa de un ataque de apendicitis que le sobrevino durante una excursión por alta montaña en la Vall d’ Aran.

Pese a tener una vida efímera, el arquitecto egarense llevó a cabo antes y después de la Guerra Civil una actividad intensa, singular y polifacética como arquitecto, urbanista y diseñador. Prueba de ello es que fue autor de más de cien proyectos de obra nueva y reforma encargados por particulares. En el ámbito público diseñó la primera urbanización del Passeig del Comte d’Ègara (ver despiece anexo). En el privado firma como edificios más destacados el Cinema La Rambla, la Pastisseria La Lyonesa, conjuntos residenciales en la Calle Major, Cisterna y Vinyals, así como las fábricas La Magdalena y AEG. Fuera de nuestra ciudad, dejó su huella en Matadepera, en el antiguo Hotel España (Cal Trapet), en la calle de Sant Isidre, 35 y en vivienda particular.

Arquitectos e historiadores, que han indagado en su obra, subrayan que fue el precursor de la arquitectura moderna, que no Modernista, cuyo estilo se caracterizó por buscar un lenguaje propio, con nuevos diseños y materiales, tomando nota de las corrientes vanguardistas de Centroeuropa de las primeras décadas del siglo XX, que se mueven entre el postmodernismo y el Racionalismo, y dejando al margen el recurso de la naturaleza que tanto inspiró el movimiento liderado por Antoni Gaudí. Nacido en Terrassa un 9 de enero de 1909, Ignasi Escudé Gibert, hijo de Ignasi Escudé Galí y Teresa Gibert Escudé, inició su carrera profesional poco después de finalizar sus estudios en 1933 en la Escola d’Arquitectura de Barcelona. Por entonces había cumplido 24 años.

Primeros encargos
Uno de los primeros encargos que recibió fue el Cinema La Rambla (inaugurado en 1935 y cerrado en 2000 para albergar la cadena de moda Zara) en la misma arteria que da nombre a la que fue la mayor sala de cine de la ciudad. Creó esta obra, catalogada, junto al también arquitecto Manuel de Solà Morales. En paralelo proyectó otros edificios de menor envergadura pero no menos relevantes, algunos de los cuales todavía se pueden observar como la antigua Pastisseria La Lyonesa (protegida también), en la calle de Sant Pere, 21 (reconvertido su uso comercial en zapatería) y la Casa Pujades, un edificio plurifamiliar en la calle Major, 34 (la planta baja acoge una agencia de viajes de una gran cadena).

Cinema La Rambla, La Lyonesa y Casa Pujades, tres edificios en pleno corazón de una ciudad, que a principios de la década de los 30 y con un censo de cuarenta mil habitantes, vive un despliegue industrial económico gracias al sector de la lana y que tiene traducción en todos los sectores, uno de ellos el urbanístico. El arquitecto terrassense vive y trabaja en un entorno que busca una nueva identidad y centralidad al igual que otras ciudades como Sabadell, Granollers y Barcelona. En aquel entonces, Terrassa ya había acometido dos obras de envergadura en pleno centro neurálgico: la nueva estación de Ferrocarrils (inaugurada en 1921) y el cubrimiento de la Riera del Palau configurando la nueva Rambla (1930). Dos proyectos que marcaron un antes y un después y obligaron a repensar el Portal de Sant Roc y la Rambla, la calle Major y su entorno.

Escudé Gibert será uno de los protagonistas de la transformación de la imagen estética de la calle Major y su entorno. En esa vía céntrica intervino en cinco edificios que aún perduran y que la única reconversión de la que han sido objeto afecta a la planta baja, primero hubo bancos y ahora comercios. En una primera etapa, antes de la Guerra Civil, proyecta la citada Casa Pujades de la calle Major, 24. Después, al inicio de la posguerra, en 1940, y ya como arquitecto municipal del Ayuntamiento, retoma la calle Major donde diseña los conjuntos residenciales situados en la calle Major número 9 (Ca l’Argemí), 11, 15 y 21, este último, la Casa Font Batallé en la confluencia con el Portal de Sant Roc y calle de Vall, así como la Casa Mas, en la Rambla, 195 y la Casa Segués en Vinyals, 35. También abordó en 1941-42 dos construcciones industriales que siguen en pie, La Magdalena, en la carretera de Martorell, que fue textil, y L’Electra Industrial- AEG, en la carretera de Castellar, dedicada a la fabricación de componentes industriales y motores. Ambos inmuebles fueron rescatados en 2003 para el patrimonio de interés local tras una revisión del Plan de Ordenación Urbanística Municipal de Terrassa.

Para Carles Escudé Muncunill, arquitecto e hijo de Ignasi Escudé Gibert y nieto de Lluís Muncunill, este conjunto de edificios ejemplarizan la inquietud que desprendió por crear y aportar un nuevo lenguaje arquitectónico. “Tuvo la oportunidad de viajar por Francia, Bélgica, Austria y Alemania durante los años treinta, observó, tomó nota. Fue el precursor de la arquitectura moderna encabezada por arquitectos europeos que perseguían dar a las ciudades que se expandían un aire de vanguardia y cosmopolita”. Subraya, además, “el uso de materiales de gran calidad que dan a cada edificio, residencial y también industrial, una presencia tan distinguida como sólida y notable”.

Funcionalidad y rigor
Los arquitectos Francesc Badia y Pere Montaña remarcan también el legado. Para el primero, que coimpulsó una exposición sobre Escudé Gibert en 2000 en el Centre Cultural de Terrassa junto al arquitecto Josep Giner, su obra significó un cambio de paradigma. “Aportó muchas novedades tanto en la concepción como en los materiales. Sus edificios son sobrios, elegantes, dinámicos, horizontales, simétricos, con recursos ornamentales y funcionales”. Pere Montaña coincide y significa la fábrica AEG. “Este edificio reinterpreta la arquitectura industrial del Modernismo. Es espectacular. Atesora orden, rigor, proporciones; está perfectamente equilibrado”.

El historiador Domènec Ferran, director del Museu de Terrassa, se suma y se lamenta que “el Modernismo haya eclipsado aquí y en Catalunya cualquier otra arquitectura, incluso la de los años 1930 y 1940”. Ferran significa que “lo más importante de su legado es que conecta y se referencia de las corrientes europeas del momento, justo en un periodo social y políticamente complicado con la Guerra Civil española de por medio”.

Escudé Gibert residió con su familia y abrió despacho en la calle del Nord, 77. Su muerte, lamentablemente muy prematura, acaecida un 8 de mayo de 1942, comportó que algunos de sus proyectos no los pudiera ver realizados y queda la duda de cual sería hoy la relevancia de su legado. En el cargo de arquitecto municipal le sustituyó Josep Pratmarsó. Su despacho fue traspasado a los arquitectos Pere Pigrau y Miquel Bassols, autores de la conocida Fàbrica Duran en la calle de Prat de la Riba, de las pocas que queda en pie. Pigrau y Bassols abrieron despacho en Cisterna, 2.

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