Terrassa

Las familias desalojadas por un derrumbe vuelven a sus casas

Miguel ha vuelto a casa. Su hermano Jonathan, vecino contiguo, aún no, pero por razones personales y no por imposición preventiva. El Ayuntamiento ha permitido a las dos familias regresar a sus hogares después de que los dictámenes técnicos determinaran que las casas, ubicadas en Can Palet de Vista Alegre, no corrían peligro de derrumbe. Las fincas habían sido precintadas a finales de marzo debido a unos movimientos de tierras.

Había llovido mucho. El 30 de marzo, jueves, por la noche, Miguel Urrestarazu percibió unos ruidos que no le gustaron. Saltó del lecho y revisó su finca, situada en la calle de la Cadernera. En la inspección comprobó que parte de un muro había cedido. Otro muro también presentaba daños análogos.

La casa de los dos hermanos son contiguas, pareadas. Visto lo visto, los afectados contactaron con los servicios de emergencias.

Al parecer, el movimiento de tierras había obedecido a la rotura de una tubería de recogida de aguas pluviales instalada entre las dos viviendas. Unidades de los bomberos y de la Policía Municipal acudieron a la calle de la Cadernera para comprobar los desperfectos e intentar averiguar las causas. Y, sobre todo, para decidir si era perentorio tomar medidas preventivas de cara a salvaguardar la integridad de los moradores. Un técnico municipal escudriñó edificios y terreno y resolvió, con policías y bomberos, que las casas estaban en peligro. Había que desalojarlas y precintarlas. La Policía Municipal se quedó con las llaves.

Las obras
El 19 de abril se reprodujeron las inspecciones. Las familias afectadas vivieron de prestado, en domicilios de familias o de amigos, varias semanas. Los propietarios repararon la tubería del desagüe pluvial origen del corrimiento, pero debían tomar medidas cautelares: era urgente hacer obras para impedir el paso de personas a la zona de los muros con desperfectos. No bastaba con colocar vallas; había que levantar un muro en las escaleras de acceso a ese sector de las fincas para crear un obstáculo.

Así lo hicieron los damnificados. Un arquitecto cumplimentó el correspondiente informe sobre la obra efectuada y lo remitió al Ayuntamiento, que ha autorizado el regreso de las familias habida cuenta de que las casas no presentan peligro estructural. Los afectados pudieron volver a casa la semana pasada. Ahora temen que los trámites con las compañías aseguradores sean bastante más farragosos.

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