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El último peldaño de la escalera

Ambiciosa, trabajadora y con un gran talento. Estos tres adjetivos definen a la perfección a Marta Claret, jugadora terrassense que esta semana ha conseguido con el Femení San Adrià el ascenso a la Liga Femenina, la máxima categoría del básquet femenino español, un sueño al alcance de pocas. El Sant Adrià, que lleva años destacando como una de las mejores canteras del básquet femenino español, ha culminado su trabajo tras obtener el ascenso en la fase final disputada en León.

"La verdad es que cuando lo logras te pasan muchas cosas por la cabeza, pero yo me quedaría con la alegría que supone. Al principio estás en una nube, pero cuando te paras a pensar y te das cuenta como hemos disfrutado del camino, resulta increíble", afirma Claret en relación a un episodio inolvidable en su carrera deportiva.

La jugadora egarense hace referencia a dos factores clave en todo lo vivido en los últimos días. El primero, el sacrificio que supone para una jugadora que no es profesional codearse con los mejores. "Cuando llegas aquí das valor al trabajo que has realizado. Cuando consigues algo así todo el sacrificio de muchos años merezca realmente la pena".

La segunda reflexión tiene nombre y apellidos, los de Jordi Vizcaíno, entrenador del Femení Sant Adrià y pieza fundamental en la carrera de Marta. "Fue mi entrenador en Mataró cuando yo era cadete, y la persona que me hizo llegar al Snatt’s Femení Sant Adrià. Es el líder del equipo. Ha formado un grupo humano a base de muchos años de trabajo. Además ha confiado en la cantera y nos ha llevado a ser un equipo ganador. Se ha ganado la confianza ciega de todas las jugadoras y eso ha hecho que confiáramos en nosotras para conseguir todo lo que nos propusiéramos. Para mí, el mejor", asegura.

Ésta ha sido la tercera campaña de Claret en Sant Adrià. Tres años en los cuales Marta ha experimentado un gran cambio y ha ido cogiendo poco a poco la experiencia necesaria para mejorar en muchos aspectos del juego. El curso anterior, el Sant Adrià se quedó a las puertas del ascenso, por lo que ésta temporada, pese a no ser una obligación, el reto era muy claro. "Nunca nos hemos puesto un techo. Este equipo se quedó el año pasado a las puertas de subir y nuestra meta era que no volviera a suceder. No teníamos presió,pero después de lo conseguido el año pasado no ir a la fase de ascenso, habría sido un fracaso".

Claret valora de forma muy positiva sus tres años en el equipo. "Cuando llegué, éramos un recién ascendido de Copa Catalunya con la ambición de hacer un buen papel en Liga Femenina 2", reconoce Claret. Hay otro elemento fundamental para entender dicha hazaña, y no es otra que la gran juventud de la plantilla. "Nunca ha sido un hándicap ser jóvenes, al contrario, ha sido una virtud, porque tienes la inocencia, la alegría y la ilusión por hacer algo que poca gente puede lograr", explica.

Mucha preparación, poco tiempo
Hay una máxima deportiva que dice que se juega como se entrena. En Sant Adrià es cien por cien aplicable al éxito del equipo que dirige Jordi Vizcaíno. "El éxito se debe a muchas horas de entreno. Somos un grupo donde la mitad de jugadoras trabaja y la otra mitad estudia, por lo que no le podemos dedicar mañanas y tardes cuatro días a la semana como otros conjuntos de nuestra Liga. Así que nuestro "secreto" es optimizar los entrenos semanales, pero sobretodo exprimir al máximo la pretemporada, el parón navideño y este año también, la Semana Santa", afirma la jugadora egarense.

A nivel personal, Claret dice estar muy satisfecha con la temporada que ha realizado, pese a que el comienzo fue un tanto duro. "Ha sido una temporada bastante difícil. Hasta ahora estudiaba por lo que podía tener más tiempo para ir a entrenar y descansar. Este año he estado trabajando y los primeros meses me costó un poco coger el ritmo. Es cierto que en la recta final me he sentido mucho mejor y he podido aportar más al equipo. La valoración final, con el título debajo del brazo, es sin dudarlo, muy positiva", explica la protagonista.

Pese a lograr una meta como la de jugar en Liga Femenina, la egarense, asegura que no se pone ninguna meta, y que sólo quiere disfrutar y seguir trabajando como hasta ahora. "Soy de las personas que siempre quieren más, pero con los pies en el suelo. No me pongo un techo, pero soy consciente que es muy difícil dedicarte exclusivamente al básquet. Así que, por ahora, jugar en Liga Femenina sería una alegría", asegura Claret.

Un camino muy alegre
Una vez terminado el recorrido, en el camino se ha producido alguna anécdota curiosa. Una de ellas, obliga a la protagonista a hacer un viaje muy especial. "En el último partido fuera de casa, en Avilés, hicimos una promesa. Tenemos un aficionado que nos sigue y nos trajo un regalo, la Virgen de Covadonga. Entonces dijímos que si subíamos a Liga Femenina iríamos todas un fin de semana a los Lagos de Covadonga", explica Marta.

Claret también ha valorado el momento que vive la ciudad, y aseguró que en caso de darse, le gustaría poder jugar en Liga Femenina con un equipo de Terrassa. "Yo crecí como jugadora en la JE Terrassa, así que si se diera el caso me gustaría representar a mi ciudad en la máxima categoría".

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