Los ladrones debieron darse tanta prisa, que abandonaron las herramientas usadas para forzar la persiana y la puerta de una empresa de instalaciones. Huyeron con algo de botín: un taladro y dinero en metálico, unos 250 euros. El asalto fue perpetrado el sábado en un local radicado en la calle de Salmerón, en el barrio de Vallparadís.
Fue a eso de las cuatro de la madrugada cuando saltó la alarma de seguridad, que algunos vecinos oyeron. Acaso por la activación del mecanismo, los asaltantes se vieron apremiados. Habían forzado la persiana exterior, posiblemente con un gato hidráulico, y luego hicieron palanca en la puerta metálica interior hasta doblarla. Una vez dentro, en medio del estrépito de la alarma, inspeccionaron lo que pudieron, pero todo apunta a que no pasaron de la zona del establecimiento que habitualmente está abierta al público. Ese sector sí lo removieron en un registro rápido.
Unos minutos
Seguramente no tardaron más de tres minutos en consumar el robo. Los delincuentes escaparon con premura. Con tanta que, según ha trascendido, se dejaron allí mismo los útiles que habían utilizado para el forzamiento.
A primera hora de la mañana del sábado se podía ver a agentes de los Mossos d’Esquadra en el establecimiento, en la esquina de la calle de Salmerón con la de Urquinaona. Y se podían observar los vestigios de los daños causados por los delincuentes en la empresa, dedicada a instalaciones y servicios de calefacción, gas, aire acondicionado, agua y electricidad. La policía científica inspeccionó el local y sus inmediaciones y tomó huellas. Según vecinos, ese mismo fin de semana fueron cometidos más robos con fuerza en Vallparadís.
