El vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, ha afirmado hoy que la dirección del partido no tenía conocimiento de las posibles prácticas irregulares del expresidente madrileño, Ignacio González, y ha incidido en que la corrupción “no es cosa de partidos sino de personas”.
En declaraciones a la Cadena Cope, Casado ha sido tajante al señalar que “si alguien ha hecho mal tendrá que pagar por ello” y ha aseverado que el PP “no va a tolerar ninguna práctica corrupta”.
“Tiene que caer todo el peso de la ley para aquellos que no sólo manchan el nombre de la política, sino el nombre de unas siglas, que son las principales perjudicadas”, ha puntualizado.
El vicesecretario de Comunicación ha calificado de “acierto” la actuación de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, en torno al Canal de Isabel II.
Ha dicho que está “obligada” a poner en conocimiento de la Justicia cualquier conducta irregular que viera en esta entidad, independientemente del color del cargo público que fuera.
“El PP tiene que estar comprometido con prevenir y combatir la corrupción, venga de donde venga”, ha insistido.
Casado además ha reiterado que “evidentemente” la dirección de su partido no tenía “ninguna información” sobre las posibles irregularidades o comisiones cobradas de forma ilegal por González aunque ha recordado que su partido es una formación con miles de cargos públicos y “no todo el mundo hace lo que tiene que hacer”.
En torno a una posible dimisión de Esperanza Aguirre como portavoz del PP en el Ayuntamiento de Madrid, Casado ha señalado que ya asumió su responsabilidad cuando dimitió como presidenta del PP de Madrid al reconocer que se había equivocado con el nombramiento de Francisco Granados.
“Es Esperanza la que toma las decisiones y confiamos y creemos en sus palabras cuando dice que no tenía ni conocimiento ni responsabilidad en estos hechos”, en relación con Ignacio González.
Casado también ha confiado en que este caso se desligue de la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado de 2017 y ha pedido a los partidos que no los utilicen como “un arma arrojadiza” ya que “no se puede penalizar a los que estamos intentando gestionar” que crezca la economía.
“No hay más responsabilidad política más allá de los que las personas que están detenidas”, ha dicho.