Terrassa

El superávit del presupuesto de 2016 asciende a 12,1 millones

Una vez más, el Ayuntamiento cerró el año 2016 con unos ahorros considerables. La liquidación del presupuesto del pasado ejercicio se ha saldado con un superávit de 12,1 millones. El principal motivo está en la obtención de más ingresos de los previstos, de impuestos propios y de la puesta al día en las subvenciones retrasadas que adeudaba el Govern, aunque también se ha alcanzado un considerable ahorro en el gasto presupuestado.

La situación del consistorio egarense, se apresura a matizar Alfredo Vega, teniente de alcalde encargado de la hacienda local, no es excepcional. Es "generalizada", afirma, antes de comentar que hay otras muchas ciudades (Barcelona, Sabadell u Hospitalet, entre otras) que por casuísticas similares a las de Terrassa han cerrado con abultados números en positivo. El superávit del conjunto de las administraciones locales en España asciende a siete mil millones.

En el caso de Terrassa, el presupuesto del pasado ejercicio se ha liquidado con un remanente de tesorería de 12,1 millones, que se obtienen al sumar los 8,2 millones obtenidos de más en el capítulo de ingresos y los 3,9 millones de ahorro logrados en el gasto. A falta de que la comisión especial de cuentas (que se constituirá este mes) analice los pormenores de los datos y los dé por buenos, ya se conocen los detalles del superávit.

En cuanto a los 8,2 millones obtenidos de más respecto a lo presupuestado en el apartado de ingresos, su origen está, casi a partes iguales, en la recaudación de más ingresos propios y en el pago de deudas atrasadas de la Generalitat en programas cofinanciados por ambas administraciones. Respecto a esto último, el Govern continúa poniéndose al día con los atrasos y empieza a pagar a tiempo un alto porcentaje de los convenios que mantiene con el Ayuntamiento en Servicios Sociales y Empleo, por ejemplo. La Generalitat pagó gran parte de los 5,3 millones procedentes de las aportaciones de administraciones públicas. Pero también se recibieron más recursos del Gobierno (procedentes de la participación en los impuestos del Estado) de los presupuestados inicialmente, así como varias subvenciones al transporte urbano (del Amtu y del Gobierno) que tampoco estaban contabilizadas en las cantidades que finalmente han llegado. En el otro lado de la balanza, se ha perdido una subvención de la Diputació de Barcelona (que se prevé recibir este 2017) para pagar expropiaciones porque no se solicitó a tiempo.

Más recaudación de impuestos
En cuanto a ingresos propios, se recaudaron 2,7 millones más en impuestos y otros 867 mil euros en tasas. La plusvalía, por ejemplo, ha dejado unos ingresos de 2,1 millones más de los presupuestados. Desde el Ayuntamiento explican sorprendidos que está habiendo un goteo constante de transmisiones que favorece la recuperación de las plusvalías. También ha funcionado mejor de lo planificado la recaudación del IBI (medio millón más) y del impuesto de construcciones (426 mil euros más).

Al igual que en los impuestos, la mayor actividad económica registrada en la ciudad, en parte vinculada a la construcción, ha provocado un aumento en lo recaudado en las tasas y precios públicos. Por ejemplo, ha habido más ingresos por multas y, específicamente, en aquellas de disciplina urbanística.

Si en el apartado de ingresos se han obtenido más recursos de los plasmados en el presupuesto, en la ejecución del gasto se ha logrado, de nuevo, un destacable ahorro de 3,9 millones (lo que significa que no se ha gastado el 1,92% del presupuesto ordinario), lo que contribuye a explicar los 12,1 millones de superávit. Se ha gastado menos de lo planificado en la compra de bienes y contratación de servicios externos (-1,7 millones), en personal (-468 mil euros), en transferencias corrientes (-309 mil euros), en el fondo de contingencia (-109 mil euros) y en las inversiones financieramente sostenibles (-1,2 millones), entre otros capítulos de gasto.

La ejecución del gasto
Vega afirma que la voluntad inicial no es acabar el presupuesto con ahorros en el gasto, sino "minimizarlos", pero afirma que hay "elementos estructurales" en el funcionamiento de las administraciones públicas que a veces impiden ejecutar todo el gasto previsto. Se refiere a que el trámite para adjudicar una obra, por ejemplo, se suele alargar entre seis y ocho meses, por lo que "no da tiempo material a gastar la totalidad de la partida en el año en curso" y pasa al presupuesto del siguiente ejercicio. Otros ahorros, en cambio, no se pueden incorporar al siguiente presupuesto y deben destinarse a amortizar deuda. Se trata, por ejemplo, de los remanentes obtenidos por las rebajas realizadas por las empresas que compiten en la licitación de proyectos de obras de las inversiones financieramente sostenibles.

Por último, la provisión para facturas e impuestos incobrables se incrementó el año pasado en 928 mil euros. En este momento, este fondo de reserva para hacer frente a deudas de contribuyentes con el Ayuntamiento sobre las que existen serias dudas de que se puedan llegar a cobrar algún día ronda los 20 millones de euros.

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