A las tres de la tarde se podía ver a miembros de la PAH caminando por el Centre, comentando la protesta en la que acababan de participar e intercambiando información sobre desalojos próximos que detener. Ayer, activistas de plataformas antidesahucios de diversas partes de Catalunya se reunieron en Terrassa para realizar una protesta masiva contra el BBVA.
Esta institución es, según la Plataforma d’Afectats per la Hipoteca (PAH), “una de las entidades más reacias a dar soluciones a los casos de estafa que ellos mismos promovieron”. Las familias en riesgo de desalojo viven “en una situación insostenible”.
Hay “vidas en juego”, dice la plataforma, que subraya la adquisición, por parte de ese banco, “del 98 por ciento del capital de Catalunya Caixa”, que costó 1.165 millones de euros. Resulta que Catalunya Caixa, recalca la PAH, “recibió 12.052 millones de euros públicos para su posterior rescate, pero sin ningún tipo de contraprestación social para las familias”. Las deudas de los afectados crecen y el banco “no tiene ninguna voluntad para solucionar esta situación”.
Los pisos vacíos se acumulan en manos de la entidad financiera, que no cede las viviendas a la Administración. Las PAH se plantaron ayer ante la sede central del BBVA en Terrassa para exigir su “responsabilidad total” en la entidad que gestionaba las hipotecas de Catalunya Caixa y para reclamar que el banco habilite a “interlocutores válidos” para reunirse con los afectados. Otras exigencias pasan por la “dación a 0” y el alquiler social “en base a los ingresos”. Son unas demandas “de mínimos”, señala el grupo de activistas.
Cuarto intento
Por otro lado, la PAH denunció ayer la “actitud vergonzosa” de la Sareb, que hoy intentará, por cuarta vez, ejecutar el desahucio de Lahcen y Mahjouba, un matrimonio que reside ilegalmente en un piso del llamado “banco malo”.
Los activistas criticaron la “pasividad” del Ayuntamiento, que “se aferra a reglamentos propios para no aplicar” en toda su dimensión la ley 24/2015 y ofrecer una alternativa a este matrimonio.