Esta noche la Filmoteca estrena "Sólo el fin del mundo", un drama que permanecía inédito en las pantallas locales. En su día ganó varios premios en Francia, Canadá y Alemania, entre ellos el del Jurado en el festival de Cannes.
A partir de una obra teatral semiautobiográfica de Jean-Luc Lagarce, estrenada en 1990 (cinco años antes de su muerte), Xavier Dolan, el "niño prodigio" del cine quebequés, cuenta la historia de un joven que regresa a casa tras varios años de ausencia para comunicar a su familia que se está muriendo.
Este dramático pretexto argumental sirve para exponer una historia de relaciones complejas, incomunicación y "mal rollo", muy tensa y a menudo incluso emocionalmente excesiva, pero interpretada por un reparto excelente (Gaspard Ulliel, Nathalie Baye, Vincent Cassel, Marion Cotillard y Léa Seydoux, entre otros), capaz de expresarlo todo con gestos y miradas, captados por el director en primerísimos planos. La música y la fotografía son otros aspectos a destacar.
Es el sexto largometraje de su director, que debutó con sólo 20 años y tenía 26 cuando se efectuó el rodaje de "Sólo el fin del mundo". Por primera vez, el director contó con un reparto íntegramente francés, si bien la filmación se realizó en Canadá. Fue un rodaje muy rápido, tan sólo veinte días.
El film cosechó críticas dispares aunque ninguna totalmente negativa y ganó tres premios César (los Oscar franceses) y cinco de la Academia de Cine Canadiense, además de obtener sendos reconocimientos en los festivales de Cannes y Hamburgo, de ser seleccionada para representar a Canadá en los Oscar y de triunfar en taquilla en Francia.