El Ayuntamiento implantará en los próximos meses la denominada tarjeta monedero para personas sin recursos en la que los servicios sociales tienen depositadas grandes esperanzas debido al éxito de la prueba piloto que llevó a cabo Creu Roja recientemente. Se trata de una tarjeta que se carga mensualmente con ciento euros y que permite al usuario evitar acudir a centros como El Rebost para recibir la ayuda que necesitan en forma de alimentos. Esta tarjeta no sólo tiene una función meramente asistencial, sino que pretende devolver la autoestima al usuario con la recuperación de hábitos de consumo pues le permite volver al supermercado.
Podría parecer que un gesto tan simple y si se quiere superficial como ir a comprar es algo puramente anecdótico, pero una situación extrema se convierte, según los técnicos, en una herramienta de normalidad,. En un importante estímulo emocional. El proyecto de Creu Roja ha incluido la participación de los usuarios en planes de ahorro energético doméstico, talleres de alimentación saludable y programas de formación y de inserción laboral.
Este tipo de programas permite ofrecer a los usuarios la posibilidad de una salida que de otro modo sería mucho más difícil. Es la diferencia entre la asistencia pura y dura y un plan activo que ofrezca una perspectiva de futuro, más allá de la ayuda social. El problema es que no todas las personas en situación de pobreza extrema pueden beneficiarse de este tipo de programas, ya que se necesitan unas mínimas estructuras familiares. Ese otro núcleo de ciudadanos que ni siquiera podrían tener acceso a programas de reinserción porque sus circunstancias no lo permiten son la gran asignatura pendiente del sistema.
Inversión
La Generalitat realizará una inversión en los CAP de Terrassa de unos 400 mil euros para reforzar la atención comunitaria. Cualquier inversión en la sanidad es bien recibida y esperemos que se mantenga la tónica y se recuperen los niveles de inversión que se llevó la crisis económica, especialmente significativa en Sanidad. Por ejemplo, se habla mucho de las listas de espera quirúrgicas, pero el verdadero problema están en el acceso a los médicos especialistas.