Porros, muchos, ya manufacturados. Más de medio kilo en porros de maría. Y plantas, también muchas: más de mil. Ese género estupefaciente descubrieron los Mossos d’Esquadra el martes, cuando irrumpieron en una casa “ocupada” que llevaban vigilando unos días. Acabaron el operativo con la detención del presunto responsable del magno cultivo doméstico. A la zona de vivienda donde estaba la plantación se accedía desde un agujero efectuado en una pared.
La unidad de investigación de Terrassa había recibido información, una de tantas que maneja a diario, sobre la actividad supuestamente ilícita que se llevaba a cabo en un edificio de Les Arenes, en la calle de la Pineda. La lista de inmuebles sobre los que recaen fundadas sospechas de cultivo de maría es ingente. Según la pista obtenida por los mossos, la casa en cuestión estaba ocupada ilegalmente.
Unos policías acudieron a la zona días atrás y vigilaron el edificio con discreción. Y en las labores de observación detectaron indicios que parecían confirmar las sospechas. Según lo visto, el suministro eléctrico estaba pinchado, manipulado de manera fraudulenta para evitar el pago del servicio. Ese fraude es común en cultivos interiores, dada la cantidad de luz que necesitan las plantas de cannabis cuidadas en esas circunstancias.
De las vigilancias se infería la existencia de dos torres de aire acondicionado para evaporación, así como la conexión directa de cableado eléctrico a un transformador. La parte posterior de la casa estaba totalmente cerrada y no entraba luz solar.
Acumulados los indicios, los mossos solicitaron una autorización judicial para entrar en el inmueble. Y el juzgado de instrucción número 3 de Terrassa facilitó la realización de esa diligencia, que los investigadores cumplimentaron el martes. A las diez de la mañana, entraron en el dificio.
Aislamiento
Iban acompañados de la comisión judicial y de técnicos de una compañía de suministro eléctrico.
Seguramente había allí más plantas de marihuana de las que esperaban, y más sofisticación de medios. La zona de la finca donde se cultivaba el cáñamo estaba forrada con material aislante, instalado en paredes y techo, y a ese espacio se accedía a través de un butrón en una pared.
Según informaron fuentes cercanas a la investigación, los Mossos d’Esquadra aprehendieron 1.036 plantas de maría y 537 gramos de la misma sustancia en cigarros tipo porro. La requisa realizada en la vivienda incluyó casi sesenta potentes focos de luz.
Hubo un detenido, un hombre de 41 años de edad, de origen venezolano. Está acusado de un delito contra la salud pública, de tráfico de drogas.
