Los agentes sociales, los sindicatos y la patronal trabajan para tener cerrado un acuerdo sobre salarios este mes de abril, tras haber desbloqueado unas negociaciones que llevaban meses estancadas.
Según explican a Efe fuentes sindicales, la clave para poder desencallar esta situación ha estado en que la patronal haya aceptado que el suelo del acuerdo no sea la congelación salarial, como planteaba hasta ahora.
Desde la CEOE reconocen que “se están analizando todas las propuestas” para intentar buscar posturas de acercamiento que permitan cerrar un acuerdo lo antes posible.
La negociación colectiva llevaba meses atascada, fundamentalmente, por el tema de la subida salarial.
La propuesta de la CEOE pasaba por subidas de hasta el 1,5 % con medio punto adicional vinculado a productividad, mientras que UGT y CCOO pedían alzas de entre el 1,8 % y el 3 %.
Este acuerdo sirve de referencia para los convenios que se negocian cada año.
Tras un último intercambio de cartas en un tono duro a finales de febrero, los líderes de sindicatos y patronales optaron por volver a reunirse de forma discreta con un “mandato de flexibilidad” para lograr un acuerdo.
Tras varias reuniones al máximo nivel, esta semana trascendió el desbloqueo de las negociaciones así como el objetivo común de poder cerrar un acuerdo cuanto antes.
En este cambio, explican fuentes sindicales, ha pesado la negociación en sectores relevantes como el del metal o la distribución, donde se han cerrado alzas salariales del 2 %, y las movilizaciones sindicales llevadas a cabo en las últimas semanas.
El objetivo común parece pasar por romper con la congelación salarial para evitar la conflictividad.
Para ello, las partes han ido cediendo en distintos puntos, como la agenda de temas que van a entrar en este acuerdo de negociación colectiva.
“Se han sacado algunos aspectos para poder llegar a un acuerdo rápido en materia salarial”, señalan fuentes sindicales.
“Queremos que haya acuerdo cuanto antes mejor, sin prisa pero sin pausa”, coinciden desde la CEOE.
Lo que sí sigue en el centro de las negociaciones, además de la subida de sueldos, es el tema de la cláusula de garantía salarial, donde las dos partes discrepan.
Desde los sindicatos buscan que, junto al porcentaje de subida, se incluya en los convenios una cláusula de garantía salarial, es decir, que las subidas pactadas se ajusten con la evolución del IPC en todo el año.
El IPC cerró enero y febrero en un 3 % -la mayor subida desde octubre de 2012-, mientras que el adelantado para marzo se ha situado en el 2,3 %.
Con esta evolución, los sindicatos vienen reclamando subidas que compensen la pérdida de poder adquisitivo que sufren los trabajadores, mientras que desde la patronal alertan de los riesgos de ligar subidas salariales a la inflación.
El Banco de España también ha insistido en los últimos días en que subir salarios para evitar la pérdida de renta que conlleva un elevado IPC llevaría a una mayor inflación, lo que repercutiría en pérdida de competitividad, empleo y actividad.
El último cuadro de previsiones macroeconómicas presentado por el Gobierno el viernes contempla una inflación media de alrededor del 1,5 % para este año.