En apenas cuarenta minutos, la Policía Nacional dio sendos golpes a dos presuntos narcotraficantes, vinculados entre sí, acusados de vender cocaína en un descampado de Poble Nou-Zona Esportiva. En apenas cuarenta minutos, hace menos de un año, un espectacular operativo policial se saldó con dos detenciones, una en Poble Nou y otra en Sant Pere Nord, y con la aprehensión de 302 plantas de marihuana, 114 gramos de cocaína y más de 20.000 euros en metálico. El fiscal pide para un acusado una pena de cinco años de prisión y para el otro, seis por ser reincidente.
Funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía vigilaban los movimientos de los dos sospechosos al tener noticias de que supuestamente traficaban con drogas. Dos domicilios, uno en la avenida de Les Arts y otro en la calle del Doctor Ferran, estaban en el punto de mira de los investigadores, que el 5 de mayo del 2016 vieron a uno de los vigilados salir de su vivienda, en la primera vía mencionada, y dirigirse a la otra, a la de su presunto compinche. Allí pasó quince minutos. Salió y acudió a un descampado de Poble Nou, próximo a Can Bogunyà, frente a la calle de Terque.
Allí, según el fiscal, se reunió con las personas que viajaban en un turismo. Fue un encuentro breve. El coche se marchó y los agentes lo siguieron. Lo pararon para identificar a los ocupantes y para cachearlos. Les intervinieron cocaína que supuestamente habían comprado al investigado.
Eso ocurrió el 5 de mayo. Doce días después, el 17, los policías que le seguían los pasos vieron al otro investigado, de origen dominicano, salir de su casa en Sant Pere Nord y desplazarse al domicilio del otro, el presunto compinche. Abrió la puerta con llave, entró y al rato volvió a la calle. Los agentes presenciaron cómo acudía al mismo descampado y vieron llegar un automóvil. El copiloto se bajó y el acusado metió la mano debajo de una roca, sacó algo y se lo entregó al comprador, según el fiscal. Los funcionarios pararon también ese vehículo y aprehendieron cocaína adquirida al investigado, añade el escrito de la Fiscalía.
Faltaban pocos cabos por atar en las indagaciones. A la vista de los indicios, el Cuerpo Nacional de Policía pidió al juzgado de instrucción, el número 1 de Terrassa, la autorización para registrar las dos viviendas. El 25 de mayo se activó la espectacular redada policial.
A las ocho de la mañana, los agentes irrumpieron en el piso radicado en la avenida de Les Arts. Iban pertrechados con escudos que se colocaron a la altura del pecho, al parecer para defenderse del posible ataque de unos perros que poseía el morador de la vivienda, según indicaron a este diario fuentes próximas a la investigación.
El vigilado se asustó sobremanera, como es normal, y creyó que el asalto era obra de unos ladrones. Pronto comprobó que no. Se sintió indispuesto durante el registro y personal de los servicios sanitarios lo atendió allí mismo. El operativo policial no acabó hasta las doce del mediodía. A las 11.15, el joven ocupante de la vivienda, de nacionalidad española, salió del edificio. Iba esposado y custodiado por varios agentes de paisano.
La redada en ese piso se saldó con el hallazgo de una plantación de 302 matas de marihuana y de 105 plantas en proceso de secado en una habitación, según el Ministerio Público, que amplía la lista de efectos decomisados con sustancia de corte (cafeína), 3.500 euros "provenientes de la actividad ilícita", cuatro aparatos de aire acondicionado, diecinueve transformadores eléctricos, ventiladores, diecisiete lámparas, tres básculas de precisión y filtros, "todo ello dedicado al cultivo de la marihuana".
El segundo golpe
A las 8.40 de la mañana otros agentes asaltaron la segunda vivienda vigilada, la ubicada en Sant Pere Nord. Allí estaba el inquilino, el otro sospechoso. Los policías se incautaron allí de una bolsa de plástico que contenía 50 gramos de cocaína base, otra bolsa con 56 gramos y una tercera con 8,5 gramos, según el fiscal. Requisaron también 6,3 gramos de cafeína, 18.753 euros y 1.180 dólares, tres básculas de precisión y un recibo a nombre de una asociación cannábica.
Los dos detenidos ingresaron en prisión y han sido acusados de cometer un delito contra la salud pública (tráfico de drogas) "en su modalidad de sustancias que causan grave daño a la salud".
El representante del Ministerio Público reclama que el inculpado español sea condenado a cinco años de prisión y a pagar una multa de 25.000 euros, y reclama para el otro procesado una pena de seis años de cárcel (por estimar la circunstancia agravante de reincidencia) y el abono de una multa de 30.000 euros. La Audiencia Provincial de Barcelona, en su sección 22, ha señalado el juicio para el próximo martes, 4 de abril.
LAS MULTAS
55.000 euros. Además de las penas de prisión solicitadas, el representante del Ministerio fiscal reclama que uno de los acusados abone una multa de 25.000 euros. La sanción económica reclamada para el otro encausado es de 30.000 euros