El Consell de la Formació Professional de Terrassa (CFPT) ha tomado de nuevo el pulso a la oferta de ciclos formativos que se realizan en la ciudad para saber cuál es la matrícula total, por ciclos y por género. El informe del consejo, presentado recientemente, confirma que la FP sigue siendo una opción de estudio muy válida para los jóvenes que finalizan la ESO y también para los que acreditan el bachillerato, en este último caso eligen un ciclo de grado superior.
Uno de los datos destacados que aporta el documento anual es que un 35 por ciento de los jóvenes de Terrassa de 16 a 20 años (10.159) eligió un ciclo de Formación Profesional en el curso 2016-17. Es un porcentaje que se mantiene casi estable, decimos casi porque ha bajado en dos puntos con respecto al curso anterior (37 por ciento). El total de alumnos que cursaron FP en ese periodo fue de 3.538, un centenar menos con respecto al curso pasado, de los que 1.847 cursaban un grado medio y el resto (1.691) un grado superior. En cuanto al tipo de estudios, los que más demanda y matrícula (511) son los de Informática que a nivel público imparte en exclusiva el Institut Nicolau Copèrnic. Este centro cuenta con cuatro ciclos de la familia, tres de los cuales son de grado superior. El de grado medio en Sistemas microinformáticos y redes también se puede estudiar en Salesians.
Dependencia y hostelería
Sigue en el ranking la familia de Servicios a la Comunidad (388 alumnos), que agrupa los ciclos relacionados con Atención a las personas con dependencia, Educación Infantil e Integración Social. El primero se puede cursar en Cultura Pràctica y en el Institut Montserrat Roig mientras que los dos últimos sólo se ofrecen en el instituto público de secundaria. El tercer puesto es para la familia de Hostelería y Turismo con 369 estudiantes. Esta formación reglada se ubica en régimen público en el Institut Cavall Bernat, el cual acoge seis ciclos, dos de grado medio y cuatro de superior. Cultura Pràctica también oferta ciclos en Cocina, gastronomía y servicios de restauración. Por género, las cosas cambian poco. Se mantiene la tendencia de más mujeres en Servicios a la Comunidad (302), en Imagen Personal (199) y en Sanidad (187). Estudios, pues, de tipo social y vinculados al rol asociado a las féminas. Por el contrario, en ciclos de tipo más tecnológico, como Informática la presencia de las mujeres es casi testimonial al observar que hay 31 chicas frente a 480 chicos o en ciclos de contenido más industrial donde la cuota femenina es prácticamente nula como en Fabricación mecánica donde había el curso pasado 62 hombres y ninguna mujer.
Otros estudios están más equilibrados. Es el caso, por ejemplo, de Química donde hubo 135 chicos y 114 chicas o Comercio y Marqueting con 111 chicos y noventa chicas o también Hostelería y Turismo con 198 chicos y 143 chicas. Estos son algunos de los datos más relevantes de un informe realizado por un consejo que sigue apostando claramente por esta formación. En la ciudad se pueden estudiar más de sesenta ciclos diferentes y a ellos habría que sumar toda la oferta de programas de formación e inserción laboral que se desarrollan en varios centros y organismos.
Estudio
El consejo ha apostado este año por encargar un estudio sobre la FP en Terrassa a la Fundació BCN FP impulsada desde el Ayuntamiento de Barcelona. El objetivo es conocer si la oferta que se imparte debe retocarse con el fin de que se ajuste a la demanda laboral, con especial incidencia en el entorno territorial. Cabe mencionar aquí que los centros cada vez buscan más aliados en el sector empresarial para que los ciclos puedan ofrecer la vertiente en Dual, que es la que acoge prácticas en empresas remuneradas y abre vías a la empleabilidad. El propósito no es otro que abrir el abanico de oportunidades de inserción laboral de los jóvenes. En este sentido hay a nivel orientativo el estudio de inserción laboral de la FP que realizan todos los años el Consell de Cambres de Catalunya y el departamento de Ensenyament de la Generalitat. El último estudio, de 2016, subraya que el nivel de inserción aumenta en la medida que el nivel de formación es también más alto. Así, a partir de los 20 años, el índice de empleo se aproxima casi al treinta por ciento y por encima de los 24 años alcanza el 54 por ciento. Hay que tener en cuenta también que la FP hace tiempo que acoge alumnos de 16 años hasta más de 30 años, a causa de la crisis económica. Muchos jóvenes, que ya estaban fuera del sistema educativo, han regresado a las aulas para formarse y tener más oportunidades de trabajo. En cuanto al tipo de contratos, el temporal predomina por encima del definido. Al respecto cabe decir que un 57 por ciento de los contratos que se realizaron a los graduados de ciclos superiores eran temporales y que este porcentaje sube a cuatro puntos más cuando se trata de graduados en ciclos de grado medio. El nivel de ingresos medios se sitúa de 900 a a 1.200 euros pero más bien en la banda baja.