Pues si tenía poca presión el equipo de gobierno en relación al proceso participativo para la elección del síndic de greuges de Terrassa, más la tendrá ahora con la decisión hecha pública ayer por Rafael Ribó, síndic de greuges de Catalunya. Ribó afirma que el proceso no siguió en Terrassa las normas jurídicas fijadas para ese tipo de procesos por lo que este adoleció de garantías que puedan darle legitimidad.
Recordemos que durante el proceso participativo, algunos candidatos llevaron a cabo algunas prácticas con la presentación de apoyos que fueron consideradas, digamos poco cercanas a l o que establece la normativa de procesos participativos. Bien es cierto, que no puede hablarse de ilegalidades por cuanto parece ser que realizaron consultas al propio Ayuntamiento y que las instrucciones que recibieron no prohibían la presentación de apoyos por delegación (una de las prácticas que se cuestionaron). Ese aspecto resultó el más polémico, pero hubo en general una falta de celo que desvirtuó la elección. Los culpables no fueron los candidatos por más que en algún momento se llegaron a realizar comentarios poco afortunados. Los aspirantes a síndic se vieron poco menos que abandonados a su suerte. Ni el equipo de gobierno ni los partidos de la oposición supervisaron la elección y algunos se disculparon por ello en su momento. Hubo carencias, en fin, que se volvieron contra el propio proceso.
Por tanto, es de prever que se abandone la idea de designar a la candidata que presentó el mayor número de apoyos como se dejó entrever en algunas declaraciones de miembros del equipo de gobierno; lo contrario sería ignorar el dictamen del síndic de Catalunya y generar una polémica que no ayudará en nada a la figura del nuevo síndico terrassense.
Esta situación debe contribuir a reforzar la idea de que los procesos participativos deben estar bien dimensionados, estrictamente diseñados y cuidadosamente publicitados y reforzados con las garantías que legitimen sus resultados. Durante los últimos meses se han llevado a cabo procesos en Terrassa que no han surtido los efectos que de ellos se esperaban. En diversas ocasiones hemos puesto de manifiesto que la participación ciudadana debe promoverse y fomentarse, pero hay que reducir al mínimo la posibilidad de que resulten cuestionados. La elección del síndic sigue encima de la mesa del equipo de gobierno. Mal se hizo con la salida de la anterior y no no le están dando facilidades al nuevo para una entrada adecuada.