En el día de ayer se abrió la preinscripción del nuevo curso para infantil, primaria y secundaria y los centros empezaron a recibir a las primeras familias para pedir información y pedir la documentación. El nuevo curso ofrecerá 2. 350 plazas de párvulos de 3 años (P3) y 2.430 de 1º de ESO. Este número supone un incremento de dos grupos en cada una de las etapas. Se esperaba que fuera así en la secundaria obligatoria puesto que sigue en periodo de crecimiento para dar respuesta a las numerosas promociones que salen de 6º de primaria pero no en P3 que se estanca por la baja natalidad.
Los dos nuevos grupos de P3 se ubican en las escuelas Joan Marquès Casals y Pere Viver que forman parte de la zona escolar 2 y supone para las mismas recuperar el grupo que perdieron el curso pasado, tal como confirmó el martes la directora de Serveis Territorials, Carme Vigués, en la presentación de los datos de la preinscripción.
Los equipos directivos de estas escuelas, de consolidada trayectoria, expresaron ayer su satisfacción La jefe de estudios del Marquès Casals, Àngels López, subrayó que “es una buena noticia. Lo es para las dos escuelas y para el sistema educativo y para las familias, especialmente las de la zona 2, donde sube la demanda, porque dispondrán de más opciones”.
La directora del Pere Viver, Lídia Jové, coincidió con López y celebró que “la dirección territorial de Ensenyament apueste por mantener la oferta de plazas en la preinscripción porque, si la reduces, las familias dan marcha atrás y ya no vienen porque ya estiman que será muy difícil acceder. Hay que tener en cuenta que muchas de las solicitudes de P3 son para niños que ya tienen hermanos mayores escolarizados en los centros y, por tanto, tienen más puntos por lo que una línea de 25 plazas se llena en seguida por cuestiones de lazo familiar”. Los dos colegios se sienten optimistas y confían en lograr el número de peticiones en primera opción suficiente para restaurar las nuevas plazas”. Ambas tienen la sensación de que la preinscripción irá bien a tenor, al menos, de las visitas que tuvieron durante la jornada de puertas abiertas y también de otras a título particular que han atendido estos días.
El proyecto y la atención
En el Marquès Casals, escuela donde estuvo ayer este diario, hubo un goteo de familias que se acercaron para pedir la solicitud, conocer más a fondo el proyecto pedagógico, y resolver dudas. Blanca fue una de ellas. Contó que no era primeriza en estos trámites puesto que ya tiene un hijo de 9 años escolarizado en el mismo centro. Manifestó que está “encantada con la escuela, los maestros y la forma de enseñar” y que en la formación de sus hijos prioriza “el proyecto pero sobre todo la atención a los chavales y más en nuestro caso particular que nuestro hijo mayor tiene una discapacidad”.
Yolanda, madre de una niña que el próximo curso empezará P3, y que ha optado por el Marquès Casals, coincidió con Blanca. “El proyecto es lo más importante pero la decisión viene marcada por un compendio de cosas. También influye la relación de la escuela con las familias, la implicación en el entorno, las instalaciones. Teníamos claro que queríamos una escuela pública y en el barrio porque nos gusta implicarnos donde vivimos y con los vecinos y amigos”.
