La primavera, que comenzó ayer, será más cálida de lo normal en toda España y con precipitaciones dentro de lo habitual para esta estación, aunque en su arranque se prevé que llegue “vestida de invierno”, como ha avanzado Ana Casals, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
En una rueda de prensa para presentar la predicción del tiempo para la primavera, el balance hídrico y un análisis del pasado invierno, Casals ha adelantado que la presencia de una borrasca sobre la península propiciará hasta final de semana un desplome de las temperaturas y lluvia y nieve en numerosas provincias.
Según datos de Aemet, mañana la cota de nieve se situará entre 300/400 metros en el noroeste, aunque el peor día se espera el jueves, cuando el frente, muy activo, barrerá toda España generando un descenso acusado de las temperaturas máximas y retornando a valores por debajo de lo normal en todo el país.
La portavoz ha añadido que a esta situación hay que sumar la entrada de vientos de componente oeste, que soplarán con intervalos de “fuerte” en toda la Cordillera Cantábrica y en los litorales gallego y cantábrico.
A partir del viernes, una borrasca en el Mediterráneo dejará también importantes lluvias en la provincia de Castellón, Cataluña y en las Baleares, antes de trasladarse el sábado al área del Cantábrico, ha señalado.
Las temperaturas comenzarán a recuperarse lentamente a partir del sábado, aunque de forma desigual según las zonas.
Respecto al invierno (diciembre, enero y febrero) de 2016-2017, Casals ha manifestado que ha sido en general cálido, con una temperatura media de 8,5 grados centígrados, 0,6 grados por encima de la media para esta estación, lo que le convierte en el decimotercer invierno más cálido desde 1965 y el cuarto en lo que va de siglo.
Diciembre tuvo un carácter cálido, con una temperatura media que se situó 0,6 grados por encima de la normal del mes. El mes de enero, en cambio, resultó frío, con una temperatura media de 0,5 grados inferior a la normal, mientras que febrero tuvo nuevamente un carácter cálido, superando la temperatura al valor normal en 1,6 grados.
Casals ha referido, entre los episodios más destacados del invierno, la irrupción de una masa de aire muy frío de origen continental el día 18 de enero, que se prolongó hasta el 26 afectando a la península y a las Baleares.
Las temperaturas más bajas en estaciones principales correspondieron al Puerto de Navacerrada (Madrid), con 13 grados bajo cero el 18 de enero; a Molina de Aragón, 13,4 grados bajo cero ese mismo día; y a Salamanca Aeropuerto, 10,9 grados bajo cero el día 19 también de enero.
Por el contrario, las temperaturas más elevadas del trimestre se alcanzaron en las Canarias, tanto a comienzos de diciembre como a mediados de febrero, destacando los 28,6 grados medidos en Tenerife Sur el 17 de febrero; 28,3 grados en Fuerteventura Aeropuerto el 2 de diciembre; y 27,6 grados en el aeropuerto de Gran Canaria el 3 de diciembre.
En la península y las Baleares, los valores más altos se observaron en febrero y destacan los 24,1 grados en Alicante Aeropuerto el día 28 y los 23,9 grados de Castellón de la Plana el día 7.
En cuanto a precipitaciones, el invierno ha sido “seco”, aunque próximo a valores normales, con una media de 160 litros por metro cuadrado, un 20 por ciento por debajo del valor medio para este trimestre.
“La estación arrancó con un mes de diciembre y enero secos para finalizar con un febrero húmedo”.
Según datos de la Agencia de Meteorología, el invierno resultó muy húmedo e incluso “extremadamente húmedo” en el sureste peninsular y en las Baleares, mientras que fue seco o muy seco en amplias zonas de la mitad norte peninsular, Extremadura, centro de Andalucía y las Canarias.
El trimestre invernal arrancó con un mes de diciembre seco, con una precipitación en torno a un 42 por ciento por debajo de lo normal; enero fue algo menos seco con una precipitación un 36 % por debajo de lo normal; y febrero, en cambio, fue húmedo, con una precipitación un 36 por ciento por encima de la media.
Respecto al año hidrológico, que comenzó el pasado 1 de octubre, Roser Botey, jefa de Climatología de la Aemet, ha apuntado que, hasta el pasado día 14 de marzo, los valores de precipitación acumulada están a un 5 por ciento por debajo del valor normal.
