Terrassa

La Mostra de la Diversitat Cultural se convierte en una feria gastronómica

La Asociación Cultural Musulmana de Terrassa agotó, ayer al mediodía, los tickets de cus cus. A última hora de la tarde, había colas en los puestos para degustar michirones, migas, ají de gallina, papa a la huncaína o gazpacho (mientras Castellers y Minyons alzaban sus castells, una vez finalizada la cercavila), y ante el stand de la Associació Catalana de Residents Senegalesos, muchos nos preguntábamos cómo sabrían los platos de su carta, que atendían por thiebou djieun, ackara, alcara, beñe y bissap.
La Mostra de la Diversitat Cultural de Terrassa, en el Recinte Firal, que finaliza hoy domingo, está siendo, este año más que nunca, una feria gastronómica en la que, por precios mínimos (uno o dos euros), una notable afluencia de visitantes conoce y degusta platos de muy diversos lugares, los del origen de muchos terrassenses.
Por otra parte, todo el ala derecha del Recinte Firal es un espacio (de dimensiones inesperadamente grandes) dedicado a los juegos tradicionales y populares del mundo. Su animador, Miqui Giménez, conducía ayer por la tarde animadas carreras del capazo, tras haber desarrollado otros juegos de cucaña durante la jornada. A su lado, se entablaban partidas de diversos juegos de mesa y, más allá, niños y jóvenes probaban sus habilidades con los bolos serranos y catalanes.
El espacio también es una gran exposición de plafones que explican la historia y las características del wure, la rayuela, la tanguilla, el tirachinas, el molino de nueve o “La Baixada del Drac”, juego basado en el de la oca, que propone seguir el camino que realiza el Drac de Terrassa cuando, el segundo domingo después de la festividad de Sant Pere, baja desde su cueva de la montaña de Sant Llorenç para llegarse hasta el Raval de Montserrat y abrir, entonces, la Festa Major de nuestra ciudad.

To Top