La cooperativa terrassense Teixidors ha presentado concurso voluntario debido a las dificultades económicas que atraviesa y ante las perspectivas de que se produzcan tensiones de tesorería más acuciantes a corto plazo por los vencimientos de créditos previstos para este mismo año. En el concurso voluntario, que fue declarado el 8 de marzo por un juzgado mercantil de Barcelona, y que dirige el despacho terrassense Salvatella Advocats, se adjunta una oferta vinculante de compra de la unidad productiva por parte de la Fundació President Amat Roumens (Fupar), gestionada por la Fundació Antiga Caixa Terrassa con el soporte del BBVA.
Si en el proceso de liquidación se concreta esta alternativa, como todo parece indicar, Teixidors garantizaría su continuidad de manos de Fupar. Fuentes de esta última entidad aseguraron ayer a Diari de Terrassa que la intención de la fundación es dar continuidad a esta cooperativa, mantener su producción y asegurar la práctica totalidad de los puestos de trabajo. La emblemática cooperativa textil emplea a 24 personas con dificultades de aprendizaje, además de once profesionales más como personal de soporte. "Ahora está en manos del juez…a partir de ahí sí que hay muchas opciones de continuar con la actividad", señalaron desde Fupar. Teixidors ha incrementado su volumen de ventas en los últimos ejercicios aunque arrastraba desde hacía años una deuda de alrededor de 900 mil euros, una "mochila muy grande para la entidad", y que viene a ser algo menos de la facturación de un año, dicen fuentes cercanas a la cooperativa.
Estas fuentes explicaron que los salarios se han "ido pagando con dificultades y retrasos" en los últimos meses. Además, se veían venir "importantes problemas de tesorería" ya que este año se debe hacer frente a diversas amortizaciones importantes de créditos a varios bancos.
Encrucijada
"O se hacía la bola más grande endeudándonos más para dar la oportunidad de que las ventas siguieran creciendo o se optaba por una salida regulada como es el concurso". El interés de Fupar fue una de las claves en este proceso. "Ha sido un poco todo. Evidentemente, estaba el problema económico. El interés de Fupar significaba que había una posibilidad de salida real y de dar una continuidad segura a la cooperativa". Fupar ocupa y atiende a 350 personas discapacitadas y tiene más de 80 profesionales de apoyo y de administración, en las diferentes líneas de actividad: manipulados y envasados, productos propios del taller de papel reciclado, soportes impresos ajardinamientos y mantenimiento de espacios verdes, centro de jardinería, limpieza de espacios y limpieza de vehículo. Teixidors se ha mantenido gracias a su producción de alta calidad y a subvenciones públicas, que en los últimos años han remitido. Por ello, estudió alternativas de financiación. Así, en 2014 lanzó una emisión de títulos participativos valorada en 200 mil euros, de los que se colocaron un veinticinco por ciento.