El jefe del Gobierno, Mariano Rajoy, ha pedido apoyo al PSOE para resolver el problema catalán, que “está por encima de los colores partidistas, porque estamos hablando de la unidad de nuestro país”, mientras el socialista Antonio Hernando le ha instado a ir “más allá” de exigir el cumplimiento de la ley.
En la sesión de control del Congreso, Rajoy ha asegurado al portavoz del PSOE que está dispuesto a hablar con los socialistas y escuchar “atentamente” sus sugerencias respecto a Cataluña, aunque le ha advertido: “Me temo que ustedes no me han aportado ninguna idea que me sirva para resolver este asunto”.
Hernando le había instado, al formular su pregunta, a ejercer como presidente del Gobierno ante un problema “tan grave” y a no ponérselo “difícil”, y le había apuntado que el PSOE está “dispuesto a avanzar”, para lo que ya ha puesto “documentos encima de la mesa”.
Antonio Hernando ha invitado a Rajoy a dar “un pasito más allá” y no quedarse en su “mantra” sobre el cumplimiento de la ley ni en un diálogo con Cataluña que, ha advertido, “ahora es un conjunto vacío”.
“El ruido es mucho, hay un ruido ambiental enorme, pero después hay un silencio sepulcral”, ha proseguido el portavoz, quien ha aludido al “reduccionismo” de quienes exigen el referéndum y el de “aquellos que no quieren dar ni un sólo paso de contenido político”.
También ha dicho que la situación se complica al descubrirse pruebas sobre la presunta financiación ilegal de la antigua Convergència, que unos utilizan para ver un ataque a Cataluña en “el normal funcionamiento de la justicia” y por otros para “ningunear o quitar valor a una reivindicaciones que apoyan millones de ciudadanos y que tienen una complejidad política y social evidente”.
Mariano Rajoy le ha explicado, sin embargo, que la defensa de la legalidad “no excluye el diálogo político ni institucional” con Cataluña, y ha defendido la labor que lleva a cabo el Ejecutivo, como Gobierno de todos los españoles “y por lo tanto también de todos los catalanes”.
Porque según el jefe del Ejecutivo, su deber consiste en “trabajar en interés de todos los catalanes” y consecuentemente “cooperar con las instituciones autonómicas”, de manera que se preserve el ordenamiento constitucional y se respete a la legalidad.
Así, ha mencionado las inversiones en Cataluña y ha recordado que el Gobierno ha actuado para que esta comunidad pudiera seguir financiándose y mantener su servicios públicos, para que los proveedores de la Generalitat cobraran, se atendieran sus vencimientos de deuda y “no quebrasen” las instituciones autonómicas.
“A partir de ello, mantengo mi plena disposición al diálogo con las instituciones autonómicas, desde la lealtad, eso sí, a la ley, la Constitución y el Estatuto de Autonomía” ha agregado, y también se ha ofrecido a escuchar las propuestas de los socialistas.