Los Mossos d’Esquadra han detenido a un corredor de seguros de 43 años vecino de Castellbisbal que habría estafado más de cien mil euros a casi 200 personas. El presunto estafador ofrecía a sus clientes un descuento si pagaban sus pólizas de seguro en metálico y luego se quedaba con el dinero y no hacía efectivo el contrato. La policía catalana detalló ayer en un comunicado que al detenido se le achacan los delitos de estafa continuada y apropiación indebida.
El "modus operandi" era el siguiente: el corredor, que representaba legalmente a la aseguradora afectada, ofrecía a sus clientes un descuento en el importe de la póliza si la pagaban en metálico y cuando conseguía el dinero la daba de alta provisionalmente, entregaba un recibo al cliente e inmediatamente después cancelaba la póliza, con lo que el cliente quedaba sin cobertura.
Como se trataba de asegurados que no hacían uso de su póliza habitualmente, la estafa pasaba inadvertida tanto para la central de la compañía de seguros perjudicada como para las propias víctimas.
Sin embargo, en el mes de noviembre de 2016 empezó la investigación por parte de los Mossos, cuando un afectado y la aseguradora formalizaron sendas denuncias en los juzgados de Sant Andreu de la Barca y Martorell, respectivamente.
La compañía denunció que algunos de sus clientes se habían puesto en contacto con la central aseguradora para comunicar incidencias en el hogar o en el vehículo, que en teoría cubría la póliza contratada, pero que en el momento de comprobar los datos se encontraban con que dicha póliza no estaba vigente, aunque los clientes tenían número de póliza asignado e incluso recibo oficial de la entidad aseguradora.
Al cabo de aproximadamente un mes, los investigadores policiales dieron con el presunto estafador y, en un principio, también detuvieron a su padre, a su hermana y a su mujer.
Se da el caso de que el detenido usaba, sin consentimiento, cuentas bancarias de hasta doce de sus familiares, algunos de ellos muertos, para poder abrir y cerrar las pólizas ficticias que los clientes habían pagado en metálico en el momento de contratarla.
Tras una primera detención, que se produjo el pasado mes de diciembre, el hombre quedó en libertad con cargos, pero en vez de abandonar la actividad delictiva (la compañía aseguradora le retiró su representación legal) incidió en ella, esta vez perjudicando a dos compañías de seguros de ámbito estatal. Por estos hechos se le volvió a detener a finales del pasado mes de febrero.
Tras declarar ante el juez, el estafador volvió a quedar en libertad con cargos. La investigación continúa abierta a la espera de recibir nuevas denuncias.
La primera y principal aseguradora perjudicada (de la que el estafador era agente oficial) reconoce más de cien mil euros estafados y ya ha compensado a 167 víctimas por un importe que asciende a 40.870 euros.