Montse Hernández, casada y con tres hijos, debe desplazarse ahora en silla de ruedas a consecuencia de la postpolio, una pérdida progresiva y degenerativa neuronal que viene sufriendo desde hace unos doce años. Este deterioro aparece después de haber pasado su vida con las secuelas de la poliomielitis que le afectó de niña. Su condición de mujer con discapacidad funcional le ha llevado a implicarse en varias entidades, donde ejerce, como le gusta decir, de activista social. Es miembro de Prou Barreres.
¿Cómo vive la condición de ser mujer y con discapacidad?
La mujer con discapacidad física/psíquica o sensorial es aún una mujer que es poco visible. Hay que tener mucha voluntad porque llevar el día a día en silla de ruedas ya es una lucha constante. Las cosas que para muchos son lo más normal del mundo a nosotros nos cuestan más y se complican. Yo, a veces, por la mañana, no me levantaría de la cama pero hay que hacerlo, por los tuyos y por ti. No puedes abandonar. Hay que seguir adelante, animarse y ser fuerte.
¿Porqué se implicó en el movimiento Prou Barreres?
Formo parte de esta asociación desde hace unos siete años cuando me di cuenta de que debíamos sumar esfuerzos para conseguir una ciudad más accesible. Se ha avanzado pero no lo suficiente. Hay espacios como los salas de cine – soy cinefila- que tienen muchas barreras. Cuando llegamos al cine (hablo de recintos como Parc Vallès) en silla de ruedas nos ponen a primera fila y en el teatro en la última pero la visibilidad de la película o de la obra deja mucho que desear.
También es miembro de la Mesa de Capacidades Diversas
Sí, y la represento en la comisión de accesibilidad, en la comisión del 8 de marzo, y en los consejos municipales de salud y de igualdad. Es importante para nosotros visualizarnos en estas comisiones para trabajar en favor de una sociedad que reconozca y tenga en cuenta la diversidad funcional.
¿Sería mejor participar como mujer en el Casal de la Dona? ¿Cree que esta entidad da respuesta a la diversidad?
Sí, claro a través de la concejalía de Políticas de Género o el Casal de la Dona hemos visto que los problemas que sufren las mujeres son comunes a nosotras, solo que a esto se le suma nuestra discapacidad o diversidad. Está claro que las personas que sufren una discapacidad han priorizado más las reivindicaciones en cuanto a la accesibilidad o su diversidad que al género. Por razones de movilidad o por no poder entrar en comercios, etc… En la comisión del 8 de marzo nos vemos representadas como cualquier otro colectivo, y con esto promovemos la eliminación de estereotipos y damos a conocer la realidad de las mujeres con discapacidad.
¿Alguna vez ha sufrido alguna situación de discriminación?
Si , claro siempre que la accesibilidad o cualquier otra circunstancia me deja fuera, o no pueda acceder, o no haya un trato adecuado. Estoy orgullosa de haberme implicado en esta labor de activista en pro de mejorar cosas para nuestro colectivo porque es muy necesario.
¿Qué aficiones tiene?
Me gusta mucho la lectura, ir al cine. Como ya he comentado antes voy al Cinema Catalunya pero, lamentablemente, cuando quiero ver una película comercial tengo que ir a Sant Cugat. Allí, el complejo de cines es accesible. También me gusta mucho el teatro, la música y el deporte.
