La preocupación por la corrupción y el fraude se ha disparado en el último mes 3,5 puntos hasta alcanzar el 37,3 por ciento, según el barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que confirma el pesimismo de los españoles sobre el futuro de la economía y de la política.
El paro sigue siendo citada como la principal preocupación por el 72,2 por ciento de los encuestados, 1,1 puntos menos que en el anterior informe, tal y como consta en el último barómetro del CIS, efectuado del 1 al 9 de febrero pasado.
Fechas en las que coincidieron las declaraciones judiciales por el caso Gürtel y el visto para sentencia del juicio por las tarjetas opacas de Bankia.
En ese contexto, la corrupción y el fraude sube 3,5 puntos hasta el 37,3 por ciento.
Asimismo, repuntan 1,8 puntos los problemas de índole económica, mencionados por el 27 por ciento, y seis décimas la visión de la sanidad como preocupación.
El CIS constata un aumento de la preocupación de los españoles por el futuro de la situación económica, ya que el 21,7 por ciento teme que vaya a peor, cuando hace un mes este porcentaje era del 17,1 por ciento.
Y muestra un empeoramiento de la visión que los ciudadanos tienen de la actual situación política, ya que si el 19,6 por ciento de los entrevistados opinaron en enero que este ámbito irá a “peor” dentro de un año, en febrero responden así un 23,6 por ciento. Un aumento de cuatro puntos en sólo un mes.
El futuro político no se ve ilusionante, pero tampoco el presente, porque mientras un 66,8 por ciento de los encuestados lo calificaron como “malo” o “muy malo” en el barómetro del pasado mes, en febrero manifiestan lo mismo un 70,1 por ciento.
Influye en este pesimismo la preocupación por la corrupción, que tras el paro se mantiene como segundo problema para los españoles, por delante de las cuestiones de índole económica.
Son las tres principales preocupaciones de los españoles, y tras ellas, el concepto de los políticos en general, los partidos y la política, que preocupa a un 23,4 por ciento de los ciudadanos; la sanidad, que sigue como quinta preocupación con un leve ascenso de seis décimas hasta lograr que un 13,9 por ciento la cite; y los problemas sociales (10,1 por ciento) y la educación (9,5).
El orden de preocupaciones que enumera el CIS en su estudio de febrero coincide con el del barómetro del mes anterior, pero sólo suben la corrupción, los problemas económicos y la sanidad.
Cataluña como problema permanece en niveles muy bajos, aunque sube tres décimas. Para el 1,7 por ciento de los encuestados, es un asunto que preocupa.
Con todo, los partidarios de mantener la actual estructura territorial de España han bajado en el último mes algo más de dos puntos (hasta el 36,1 por ciento) y también han descendido casi en la misma magnitud los que se decantan por un Estado en el que se reconozca a las comunidades la opción de convertirse en independientes, pues responden así el 8,9 por ciento.
De la misma manera que sube el pesimismo, se atenua el optimismo sobre la economía: bajan los que piensan que las circunstancias económicas serán mejores dentro de doce meses, del 25,9 al 21,6 por ciento, y descienden ligeramente los que suponen que todo seguirá igual (del 43,6 por ciento de enero al 42,8 por ciento ahora).
También se resiente el optimismo político: cerca de un 5 por ciento de los ciudadanos veían en enero bien o muy bien la coyuntura política, pero un mes después se pronuncian con esos adjetivos casi un 3 por ciento. Un 32,4 por ciento de los encuestados interpretan que la política, hoy, está peor que hace un año.
Cuando el CIS pregunta al ciudadano cuál de los principales problemas actuales le afecta personalmente, el paro influye en la vida del 39,2 por ciento de los entrevistados y los problemas económicos en la del 25,5 por ciento. La corrupción afecta personalmente a un 13,1.
Por otro lado, el CIS dedica varias preguntas a sondear el uso que los españoles hacen de las redes sociales: uno de cada cinco españoles (21,2 %) se ha arrepentido alguna vez de haber publicado un comentario, una foto o un vídeo en una red social y el 8,8 % ha tenido problemas por haberlo hecho, según el CIS.
