El consejo de alcaldes del Vallès Oriental, tal como hicieron sus homónimos del Occidental la semana pasada, respondieron en los mismos términos negativos a la propuesta de Fem Vallès de unificación territorial. En el posicionamiento de los ediles del Vallès Oriental se asumen como propias las conclusiones del informe del Institut Cerdà en el que se establecían las amplias posibilidades de colaboración entre ambas comarcas y especialmente los ámbitos en los que esta cooperación podría ser más fructífera. El listado es amplio y va desde la industria y la ocupación hasta los espacios naturales, pasando por la formación, el turismo, las infraestructuras, el transporte público o la vivienda. Se trata de establecer espacios comunes en los que ambas comarcas puedan aprovechar sus potencialidades y se beneficien de forma conjunta, actuando incluso como lobby.
Cabría preguntarse qué ha fallado en la ambiciosa, cuidada y paciente campaña de Fem Vallès, liderada por las patronales de los territorios concernidos. Es evidente que el mensaje no ha llegado y, por supuesto, no ha convencido; quizás porque no ha sido bien explicado, quizás no ha conectado con el territorio y no ha acabado de encontrar complicidades, porque se ha pensado de arriba a abajo. Seguramente habría que buscar, además, razones de otra índole entre las que estaría la química de las relaciones, pero en cualquier caso, un proyecto como el de Fem Vallès necesita de una importante dosis de finezza; la que han tenido los alcaldes para decir no a la propuesta.
Fijémonos en la escenificación de los ediles, de extraordinaria carga territorial e institucional: se reúne el consejo de alcaldes del Vallès Occidental, invitando al presidente del Consell Comarcal del Vallès Oriental, y de forma muy cortés declaran formal y solemnemente que se pueden y se deben establecer lineas de cooperación, pero no desde la unidad territorial; una semana depués se reúne el consejo de alcaldes del Vallès Oriental, invitan al presidente del Occidental y con la mano sobre el informe del Institut Cerdà, reproducen el discurso. Carpetazo. El horizonte es esencialmente metropolitano; Barcelona es el polo.
Antoni Abad, presidente de Cecot, una de las centrales impulsoras del proyecto fallido, moduló su discurso hace pocos días al advertir de que la propuesta de Fem Vallès no se basaba en una unidad administrativa territorial y sí en la cooperación activa de ambas comarcas. A ver ahora.