El plan de esponjamiento no culmina con realojar a los vecinos y derribar los bloques para reducir así la densidad de viviendas. El objetivo último es que los espacios liberados se conviertan en zonas verdes y plazas públicas que mejoren la calidad de vida y la convivencia en el tramo norte de Ca n’Anglada. Sin embargo, nada se sabe de los proyectos de reurbanización.
Los vecinos denuncian que el Ayuntamiento "no ha hecho nada" en los solares de los tres bloques que ya han sido demolidos, más allá de dejarlos pavimentados. "Van muy retrasados con las plazas. No hay ni un solo dibujo ni se ha hablado con los vecinos para saber su opinión", critica Andrés Zamora, presidente de la asociación de afectados por el esponjamiento.
Retraso en Prudència
Zamora también se queja de que el traslado de los residentes en los números 2 y 4 del pasaje de Prudència se completa esta misma semana, cuando el compromiso del Consistorio, ya cuestionado en su momento por los afectados, era acabar esta segunda fase dentro de 2016. La asociación denuncia que el retraso en algunos realojos se ha debido a los problemas que ponen las compañías de suministros a la hora de dar de alta los servicios. El Ayuntamiento acaba de adjudicar el derribo de los dos bloques por un importe de 134 mil euros.