Entre 1916 y 2009, existió en los números 215-217 de la Rambla d’Ègara Establecimientos Armengol, una de las tiendas más populares y lóngevas de Terrassa. Establecimientos Armengol ya tiene su historia, que Ana Fernández ha estudiado y publica como separata del número de enero-febrero del boletín de la Associació de Col·leccionistes de Terrassa (ACT). Y en sus pesquisas ha descubierto que, el 15 de abril de 1961, sábado, estos almacenes vivieron un día muy especial protagonizado por la actriz Katia Loritz, entonces muy popular. Vino para "actuar de primera dependienta" -según la expresión de un anuncio publicado dos días antes por el periódico Tarrasa Información- y promocionar en Establecimientos Armengol "la venta de productos de la marca Cruz Verde, con el objetivo de recaudar fondos para el Centro de Rehabilitación Antipoliomielítica de Terrassa, un centro que también visitó", escribe Fernández. La estrella ya había estado en Terrassa en 1957, para participar, en el Gran Casino, en un coloquio organizado por el Ministerio de Información y Turismo.
Un gran acontecimiento
El escritor Antoni López Massó (Premi Carlemany por "L’ home dels ulls grisos"), que trabajó en Establecimientos Armengol desde 1956 hasta 2002, estuvo presente en la visita de Katia Loritz. 56 años después, la recuerda perfectamente. "La casa Cruz Verde puso los productos gratuitamente, y todo el importe de la venta de aquella mañana se donó al centro de la lucha contra la polio. Fue un gran éxito", explica. "Contribuyó mucho a ello la labor del delegado de Cruz Verde, Armando Piera, que consiguió junto con Josep Armengol Canyameres (propietario y director de la tienda, y sobrino del escritor Ferran Canyameres) llevar la actriz a Terrassa".
"Y en efecto, a las 11,15 en punto de la mañana del sábado, vimos aparecer el automóvil de la estrella cinematográfica en la explanada de la carretera de Moncada, donde se halla instalado el fielato municipal", comienza la crónica de la visita que José Gil publicó en Tarrasa Información. Es un reportaje extensísimo, minucioso, excelente: explica la visita con un lujo de detalles casi proustiano y puede ser leída como un valioso testimonio de la época y de la sociedad terrassense de entonces. "Después de saludarla y reemprender la marcha, y junto a ella, nos dirigimos hacia la ‘Estación Servicio Egara’, parándonos en dicho lugar unos instantes con el fin de fumar un cigarrillo. Mientras así lo hacíamos, reparé que el automóvil de la artista estaba algo salpicado de polvo mezclado con el agua de la lluvia del día anterior, y rogué a los muchachos empleados en dicha gasolinera si podían quitárselo, y no tan sólo quitaron el polvo, sino que lo lavaron en menos de cinco minutos, dejándolo reluciente como un espejo, y lo más curioso fue que dichos atentos muchachos no quisieron percibir un céntimo por su trabajo, diciendo que lo habían hecho gustosos." Uso de la primera persona, reportero como presencia activa ante el lector y que interviene: esto es "nuevo periodismo" americano "avant la lettre", e incluso va más allá, aunque narrado con un lenguaje al estilo del No-do. ¿Quién sería ese José Gil?
"Katia Loritz agradeció ese gesto tan simpático de estos muchachos. Seguidamente, y precedidos por los motoristas de la Policia Municipal, nos dirigimos al Centro de Rehabilitación, en el cual dieron la bienvenida a la estrella del cine las señoras Maria Dolores Badrinas de Clapés y doña Asunción Ventalló de Pi de la Serra, en nombre de todos los asistidos y propios".
Después Katia Loritz se dirigió a la droguería. "Ya desde aquí, una furgoneta-altavoz iba en cabeza de la pequeña caravana, y en la que la guiaban por las calles de la ciudad, en el recorrido hasta la Avenida del Caudillo, 215-217, es decir, en ‘Drogueria Armengol’. Al llegar a este lugar había tal cantidad de público que aguardaba la llegada de Katia Lortiz que se hacía dificil su paso. Apenas salió la estrella de cine del interior de su automóvil recibió una salva de aplausos de todas las personas allí congregadas, en prueba de simpatía hacia ella. Katia Loritz correspondió a este recibimiento cariñoso saludando con la mano y mandando besos a todos".
Recaudó 8.500 pesetas
En el interior del establecimiento, abarrotado de público, la actriz subió al estrado habilitado, y durante dos horas estuvo vendiendo (y autografiando) productos de Cruz Verde "con una habilidad magnífica". Mientras, unos altavoces cedidos por Electricidad Solà dejaban oír las canciones de sus películas. Un niño que recibía tratamiento antipoliomelítico en el centro, llevado a brazos, le entregó un obsequio. La crónica indica que la recaudación ascendió a 8.500 pesetas, y que la actriz estampó más de mil firmas en los productos, en su mayor parte adquiridos "por personas de clase modesta, que admirablemente hacían un donativo o bien compraban algún producto".
A la salida fue "calurosamente despedida con muchos aplausos, al igual que a la llegada, y ya desde aquí nos dirigimos al Gran Casino, donde tuvo lugar más tarde un almuerzo. Se efectuó éste en un saloncito de dicha entidad. Katia Lorenz se sentó en el centro de la mesa. A su derecha, José Armengol; a su izquierda, el que esto subscribe". "A la hora del café" se presento el alcalde de Terrassa, José Clapés, con su esposa y dos de sus hijos. que le agradeció "tan loable acción",le ofreció un obsequio y la invitó para que "cuando disponga de más tiempo pueda efectuar una visita detallada de nuestra ciudad".
Ninguna ciudad más cariñosa
La actriz se despidió manifestando que "en ninguna ciudad había sido atendida tan cariñosamente ni había observado una organización tan perfecta como lo habían hecho en Tarrasa, felicitando al organizador de la misma, y prometió volver a nuestra ciudad tan pronto como le sea posible". Y José Gil finaliza su crónica con un párrafo que respira reportaje de la televisión en blanco y negro de la época,deliciosamente "vintage". "Y así terminó una jornada benéfica en que Katia Loritz, además de ser guapa y estupenda estrella cinematográfica, posee un corazón que yo diría de platino y brillantes. ¿No opinan ustedes así? !Hasta pronto, Katia Loritz, y muchas gracias por tu gesto! Los niños del Centro de Rehabilitación no te olvidarán, y nosotros tampoco".
