Llovían las botellas y tronaban los gritos. La alarma cundió el miércoles en el tramo final de la Rambla d’Ègara, escenario de una reyerta entre jóvenes que se había iniciado más arriba pero acabó a botellazos más abajo. Según testigos, intervinieron los Mossos d’Esquadra.
Faltaba poco para las 8.30 de la tarde. Un grupo de jóvenes bajó la Rambla d’Ègara, por su costado Oeste, dando alaridos, en un enfrentamiento verbal de motivos desconocidos que pronto degeneró en refriega física. Había chicos de origen español y de origen magrebí, según testimonios.
Al llegar a la esquina con la calle del Comte Borrell, algunos de los implicados pasaron a la acción del acometimiento. Abrieron contenedores de vidrio instalados en esa intersección y agarraron unas cuantas botellas, que usaron de armas arrojadizas. Los recipientes volaron y el suelo se llenó de cristales hechos trizas mientras paseantes y clientes de una terraza, espantados, gritaban a su vez a los contendientes para que depusiesen su actitud. Alguien llamó a la policía y poco después se vio a mossos d’esquadra en la zona. Varios involucrados echaron a correr por la calle del Comte Borrell. A pesar de la aparatosidad de la refriega, no consta que hubiese heridos.
