Sólo el 10,2% de los contratos firmados en 2015 por jóvenes catalanes menores de 30 años fueron indefinidos, por un 89,8 % de temporales, según un estudio elaborado por las juventudes de la UGT Avalot-Joves. Asimismo, el documento constata que, en global, la tasa de temporalidad de los jóvenes con edades comprendidas entre los 16 y los 29 años fue del 44,4 % en 2015, frente al 15,1% registrado entre las personas con edades superiores, lo que para el sindicato pone de manifiesto que los jóvenes son los que más están sufriendo las consecuencias del alza de la precariedad.
En el marco de la celebración de su 20 aniversario, la asociación juvenil ofreció ayer una rueda de prensa en la que presentó un análisis comparativo de las condiciones laborales de los jóvenes actuales y las de la generación anterior, correspondiente al año 2000, que constata un empeoramiento de la situación laboral de la gente joven durante los últimos 15 años.
Para la asociación, los datos del estudio ponen de relieve “la pérdida ininterrumpida de los derechos de los jóvenes”, pues el documento certifica, entre otros, que las tasa de paro de los menores de 25 años era, en 2015, del 32,3%, frente al 17,6% del año 2000, una cifra que duplica la del paro del global de la población, que en este año fue del 14,85%. En Catalunya, el número de jóvenes entre 16 y 34 años que tienen trabajo o que lo están buscando ha decrecido en 345.900 personas desde el año 2000, pasando este colectivo de representar el 44,8% del total de la población activa al 27,2% en 2016.
La explotación
Durante la rueda de prensa, la portavoz nacional de Avalot-Joves de UGT, Elena Ferrero, incidió en la necesidad de “dotar a los jóvenes de las herramientas necesarias para conseguir una mayor concienciación laboral”, así como de proporcionarles las competencias necesarias para luchar contra la explotación y la precariedad laboral, empezando, dijo, “por la derogación de las últimas reformas laborales”.
Asimismo, los datos del informe muestran que la tasa de parcialidad entre los mayores de 29 años era del 12,2% en el año 2015, mientras que entre los jóvenes la tasa ascendía hasta el 24,4%, una circunstancia que si bien puede ser la deseada en el caso de muchos jóvenes, desde la UGT alertó de que “no debería ser una obligación impuesta por las condiciones laborales, sino realmente una opción”.