El Ayuntamiento de Sant Cugat ha impulsado el Plan Director del Verde Urbano, una herramienta que servirá para guiar las actuaciones municipales en materia de gestión y planificación de todas las zonas verdes de la ciudad: parques, jardines y arbolado. El plan, que abarca de 2017 a 2033, fue presentado esta semana por la alcaldesa, Mercè Conesa, y la teniente de alcalde de Entorno Urbano, Cristina Paraira. "Sant Cugat es una ciudad puntera en aplicar un urbanismo verde y queremos seguir siendo un referente", remarcó Conesa, quien añadió que "somos uno de los municipios del área metropolitana que más verde urbano garantiza a los ciudadanos". La puesta en marcha de este plan "busca seguir mejorando la calidad de vida y el bienestar de la ciudadanía", proclamó la primera edil.
El objetivo del plan pasa por analizar el entorno verde de la ciudad, definir los criterios a seguir para realizar un mantenimiento sostenible, y consolidar y mejorar el conjunto de este patrimonio natural. Entre otras medidas, el plan prevé potenciar el uso racional del agua -incorporando en los parques más especies arbustivas adaptadas al clima mediterráneo-; apuesta por utilizar exclusivamente adobos orgánicos y prioriza el uso de tratamientos naturales para el control de plagas. También se contempla potenciar el verde urbano como elemento educativo y divulgativo.
Espacios de transición
Así, este plan municipal prevé mantener el número de árboles, cuya ratio en la ciudad es muy elevado. A través de la diagnosis del plan se han contabilizado 52.442. La cifra, sin embargo, todavía no es definitiva ya que no se ha podido contabilizar la totalidad de los árboles situados en los espacios de transición entre la trama urbana y la zona forestal (pendientes de ordenación), ni los de Valldoreix. Cuando se sumen todos los árboles que hay en estas zonas, el número podría llegar a unos 80 mil, tantos como población hay en Sant Cugat. Por tanto, la ratio aproximada en el municipio es de un árbol urbano por cada habitante.
Además, Sant Cugat dispone de casi 300 hectáreas de espacios verdes. De hecho, en la ciudad toda la población dispone de espacios verdes a menos de 300 metros de su casa. En cuanto a la ratio, por cada habitante hay 33’3 metros cuadrados de zona verde, mientras que en los municipios de la demarcación de Barcelona la media es de 10’9 metros cuadrados.
El plan se pone en marcha este mismo lunes con una actuación destacada: la renovación de los chopos (hay de dos especies) de la rambla del Celler, que están envejecidos y al límite de su desarrollo vital. Se plantaron en 1995 aprovechando la actuación urbanística de la cobertura de la riera de Sant Cugat desde el Celler Modernista hasta el Parc de la Pollancreda. Estas dos especies de chopo son de rápido crecimiento, por lo que se logra muy pronto el efecto de grandes arboledas, pero también tienen una vida corta (entre los 15 y 20 años suelen empezar a envejecer). Por ello, se sustituirán todos los chopos de la rambla del Celler por especies más duraderas y variadas, donde predominará el tilo plateado.
Los trabajos, valorados en 200 mil euros, se llevarán a cabo en dos fases. La primera arranca el lunes y se prolongará hasta el 24 de marzo. Contempla la plantación de 83 árboles, el cambio del sistema de riego y la mejora de los parterres. La segunda se iniciará en otoño y acabará en el invierno de 2018.