La recuperación de la fotógrafa Joana Biarnés i Florensa (Terrassa, 1935), el redescubrimiento y la valoración de su obra, su trayectoria y su personalidad ha culminado en la tarde de este martes, en lo que a su población natal se refiere, con la concesión de la Medalla d´Honor de la Ciutat. Cuando Biarnés, acompañada por el alcalde Jordi Ballart, entró en la sala de plenos del Ayuntamiento, los asistentes que la llenaban estallaron en un sonoro aplauso, y quedó claro que aquel iba a ser un acto intenso, emotivo, para el recuerdo.
“Una fotógrafa extraordinaria, evidentemente, pero, sobre todo, una gran artista y, más importante aún, una mujer honesta, íntegra, comprometida, gran profesional y maestra de maestros”, comenzó el concejal de Cultura, Jordi Flores. También, una mujer “que se avanzó a su época, pionera del fotoperiodismo”, con una mirada “única y genial”, “un ejemplo de lucha para abrirse camino en un mundo de hombres, que no fue fácil”, y que, además, “siempre ha llevado el nombre de Terrassa por todas partes”. Para Flores, Biarnés nos enseña “a no desfallecer, a ser honestos, valientes y, sobre todo, libres. Gracias por ser como eres”.
La glosa de la homenajeada la leyó Jean Michel Bamberger, que es su marido, “la persona que hace medio siglo que está a su lado”, pero que afirmó hablar como periodista, y que quiso recalcar algunos aspectos poco conocidos.
No fue una fiesta
“No va ser una festa” era el título de su intervención -reproducida en la publicación de la serie “Homenatges” que ha editado el Ayuntamiento–, en buena parte dedicada a recordar lo dificil que lo tuvo Joana Biarnés, especialmente en sus inicios. Comenzando porque vivió junto con su padre y maestro, el fotógrafo Joan Biarnés, las riadas de Terrassa de 1962. “Aquello la hizo madurar como persona y como fotógrafa”. Ya su padre la advirtió de que, por ser mujer, “no le sería fácil hacerse una carrera en un mundo controlado por los hombres. Y lo comprobó el día que en un campo de futbol el árbitro no quería comenzar el partido hasta que ´aquella mujer´ que iba con una cámara saliera de detrás de la portería”.
“Ahora es muy fácil reivindicar una pionera. Pero los aseguro que fue muy complicado serlo”, subrayó Bamberger. Y recordó los problemas que le trajo, en 1968, una serie de reportajes que revelaban “los abusos y maltratos infames que algunos curas cometían en el internado San Fernando, que dependía de la Diputación de Madrid”. Después vinieron sus reportajes por el mundo, su retirada en la década de 1980, ante la degradación de la profesión, y el momento actual, de pleno reconocimiento de su figura y su obra, y de regreso a la fotografía, “pese a sufrir lo peor que le puede pasar a un fotógrafo: la pérdida progresiva de la vista”.
Pietat Hernández, secretaria del expediente, leyó el acuerdo plenario por el que se le otorgaba a Joana Biarnés la Medalla, y el alcalde se levantó para imponérsela.
“Gracias. Estoy tan emocionada, que no sé si encontraré las palabras para lo que quiero decir”, afirmó Biarnés. Expresó su agradecimiento “a todos los que me han ayudado, y, entre ellos, a Cristóbal Castro, que es quién valoró por primera vez mi archivo”, a todas las personas “amantes de la fotografía, el arte, las cosas bien hechas, que han hecho que haya crecido tanto”, también a su familia. En estos últimos años “se ha hecho una piña tan grande, una especie de sociedad donde me siento muy feliz”. Y recordó que fue una visita a Prodis lo que le hizo volver a coger la cámara. Vi en esta fundación terrassense “tanta humanidad, que me dije ´te has de poner a disparar con el corazón´. Hice un reportaje, una exposición, y de la mano de ellos volví a la fotografía”. La Medalla de la Ciutat “la llevaré en todas las cosas que he de seguir haciendo de ahora en adelante”.
De “acto de justicia, homenaje y agradecimiento” calificó la concesión de la Medalla a Biarnés el alcalde, que lo hizo extensivo a todos los que han forjado la fotografía en Terrassa, y señaló la necesidad de que se elabore su historia de tres siglos, en la que Joana Biarnés “ocupará un lugar fundamental”.