Las calles de Terrassa fueron escenario el sábado de la protesta organizada por el Colectivo Sin Vivienda, una entidad que reúne a más de 100 familias que residen de forma irregular en pisos de entidades bancarias.
A las 11 de la mañana se puso en marcha la manifestación para reclamar a los bancos que se avengan a negociar alquileres sociales con las familias que residen en sus pisos de forma ilegal y para pedir al Ayuntamiento que ejecute sin demora el compromiso de expropiar temporalmente a los grandes tenedores el uso de las viviendas vacías, tal y como permite la ley 4/2016 aprobada por el Parlament a finales del año pasado.
La marcha partió de la plaza de Catalunya y se detuvo frente a las oficinas de Endesa y Gas Natural en Terrassa para reclamar la aplicación de los bonos sociales a las familias que no pueden pagar los suministros. También hubo una parada frente a la sede de Aigües de Terrassa, donde los manifestantes leyeron un manifiesto a favor de la municipalización del servicio. En algunas de las pancartas podían leerse lemas como "Habitatge, llum, gas i agua són drets, no negoci". Los asistentes tampoco quisieron excluir de su recorrido a Mútua Terrassa. Frente al hospital rechazaron los recortes y defendieron el sistema público de salud.
La marcha culminó en el Raval de Montserrat, frente al Ayuntamiento, donde los convocantes reclamaron al equipo de gobierno que no retroceda en su intención de expropiar a los bancos los pisos que mantienen en desuso (entre dos mil y cuatro mil, según diversas fuentes) para ampliar así el parque de viviendas sociales y albergar a las familias sin hogar. La intención del bipartito es expropiar este año 200 inmuebles a las entidades financieras.