Es el más veterano de los cantautores catalanes pero pocos le ganan en vitalidad… Inyecciones probablemente diarias de música y creatividad le mantienen con el cuerpo y la mente ágiles, mientras conserva su genial predilección por no tener pelos en la lengua.
Podemos comprobarlo escuchando sus temas antiguos junto con los más nuevos, incluidos en su último disco "Dues tasses" (grabado en Terrassa). En sus discos incluye relecturas de algunos de sus temas míticos, pasados muchas veces por el cedazo del blues, y plasmados en directo con una sonoridad muy bien apuntalada por dos auténticas estrellas del blues catalán: Amadeu Casas y Joan Pau Cumellas. Llevan años juntos y eso trabaja a favor de su evidente entendimiento y cohesión.
Relación con Terrassa
El concierto celebrado en Terrassa el pasado domingo era especial no sólo por estar incluido en el festival Barnasants sino por la evidente relación que el músico ha tenido siempre con Terrassa.
Él mismo lo recordó interpretando uno de sus temas de 1964, "Jo sóc Francesc Pi de la Serra", en el que llega a asegurar: "Però jo, Francesc Pi de la Serra/ fill de Terrassa i Sabadell/ de mala rasa no en sóc gaire/ però tinc força mala pell."
Nombró a su familia paterna -es bien sabida la excelente relación que mantuvo con su tía, la intelectual Paulina Pi de la Serra-, y el vínculo que ha mantenido desde siempre con la Jazz Cava, la antigua y la nueva. Ese currículo entronca muy bien con su aire desenfadado y bohemio, que aún mantiene a su 74 años.
Canciones como "Si la merda fos or…", "Merda" o "Si els fills de puta volessin no veuríem mai el sol" (aún vigentes pese a que por ellas no han pasado años, sino décadas), nos recuerdan la sempiterna lucidez de un músico que también mantiene la irreverencia recordando una canción todavía necesaria como "Maria Joanna" (dedicándosela al expresidente uruguayo José Mujica, que tuvo a bien legalizar el cannabis en su país.) Algunas eran canciones que se podían escuchar en la radio en las postrimerías del franquismo, aquellos tiempos en los que Franco repetía una frase "sin sentido" que Pi de la Serra recordó: "España es una unidad de destino en lo universal."
Otros momentos memorables de un concierto que duró prácticamente dos horas fueron sus menciones a colaboraciones más o menos intensas con músicos como el guitarrista René Thomas o el gran Paolo Conte. Pi de la Serra tuvo también un recuerdo para su amigo Ovidi Montllor, "un gran fabricante de canciones", y para su admirado Big Billy Broonzy.".
