El alcalde, Jordi Ballart, ha presentado en los últimos meses una decena de denuncias por insultos homófobos, amenazas y calumnias. Los mensajes y publicaciones ofensivas, principalmente en las redes sociales, hace años que se repiten, pero "últimamente son muy habituales", por lo que el primer edil ha decidido que ya no tolera ni uno más.
Esta misma semana ha acudido a los juzgados de Terrassa a ratificar dos de esta denuncias, que hacen referencia a mensajes insultantes publicados en varias páginas de Facebook. El primer edil ha dejado claro ante la jueza que no quiere una indemnización por daños morales. Acude a la justicia para defender su "dignidad" y "la de mucha gente que padece en silencio".
A parte de estas dos denuncias, en verano hizo lo mismo, también por la vía penal, contra la persona que le amenazó vía Facebook por haber cambiado el nombre a la calle Salvador Gros, un egarense de la División Azul. A finales de enero cursó denuncia por el anónimo recibido en el Ayuntamiento, también de tintes homófobos. Y tan solo hace una semana puso en conocimiento de la policía más mensajes ofensivos en las redes sociales. Además, en los últimos meses ha interpuesto denuncias por calumnias, algunas de ellas con alusiones ofensivas a su orientación sexual, contra varios medios de comunicación digitales. En total, una decena de demandas.
"Ahora no dejo pasar ni una. Como esto siga así, tendré que estar cada semana en los juzgados, pero no podemos permitir que haya impunidad", afirma Ballart. El edil se queja de que las empresas tecnológicas, como Facebook y Twitter, "no hacen nada" contra la homofobia. El edil ha reportado a estas plataformas los insultos que recibe a través de mensajes, pero no ha recibido respuesta.
Además de la vía judicial, de la que lamenta su lentitud, el alcalde denuncia que la Generalitat no está aplicando la ley contra la homofobia aprobada en 2014. "Hay una ley que permite al Govern imponer de oficio sanciones económicas por la vía administrativa, pero apenas se está aplicando", critica. Pide a la Generalitat que sea "más valiente y contundente" en la aplicación de la normativa, que es una vía más rápida que la judicial y cree que serviría para disuadir determinadas actitudes homófobas.
Ballart no cesará de acudir a la justicia ni tampoco, a pesar de las dudas, de hacer públicos estos insultos, aunque afirma que si en algún momento quienes los han proferido le pidieran disculpas "estaría dispuesto" a retirar las denuncias.