A una pareja de ancianos se les fue la luz de casa en plena cena y volvió al cabo de una hora. A Pere, vecino de la misma calle, la de Tarragona, le pasó otro tanto el martes por la noche. Y el lunes. La razón, al parecer, estriba en la sobrecarga de una línea de cables eléctricos en el exterior, en un nexo del tendido ubicado en la confluencia de la calle de Tarragona con la del Historiador Cardús, en Sant Pere Nord. En un poste eléctrico que ha sufrido una sucesión de incendios en las últimas semanas.
Esta semana, como mínimo, dos, uno el lunes por la noche y otro el martes. Y el 11 de enero ya había acaecido algo análogo. Es el chisporroteo y la humareda, es el fulgor y el susto, es la sirena de los bomberos que se acerca. El 11 de enero, a las siete de la tarde, unidades de bomberos arribaron a la intersección después de recibir un aviso del sistema 112. Llegaron también agentes de la Policía Municipal. Los bomberos estuvieron allí una hora, sobre todo en labores de retén mientras operarios de Endesa resolvían la incidencia.
Parece que no se trató de un hecho aislado. Hubo repetición, doce días después. El lunes, a las 9.45 de la noche, los servicios de emergencias tuvieron que regresar al mismo punto. Una línea eléctrica echaba chispas y, según testigos, el fuego empezaba a prender en el poste de madera. Otra vez el retén de bomberos, de nuevo un equipo de técnicos en la esquina.
Otra vez los bomberos
El martes, vuelta a las andadas. A la misma hora, más o menos: a las 9.45 de la noche. Bombers recibe la alerta: incendio eléctrico en el cruce de Tarragona con Historiador Cardús. Dos dotaciones se presentan en ese punto. Se acordona la zona. Pere vuelve a asomarse a la puerta, como en las anteriores ocasiones, y ve la imagen que ya le resulta familiar.
La oleada de incendios afecta a una línea de baja tensión que, según Endesa, da servicio a pocos clientes. La compañía eléctrica afirma que sus técnicos han cambiado la instalación afectada y, en principio, atajado la sucesión de incidentes. Endesa investiga los hechos, aunque conoce la causa última de los chispazos: una sobrecarga inusual de la línea, que en ocasiones ha duplicado su actividad. El Ayuntamiento se ha puesto en contacto con la empresa para interesarse por la situación.