La alarma fue por un pastel. Podía tratarse de un incendio, y por eso los bomberos forzaron la puerta de la vivienda, en Sant Llorenç, el miércoles por la tarde. No había nadie, pero sí humo. El pastel se había quemado dentro de un horno.
Saltaron las alertas a las 4.15 de la tarde, cuando un testigo llamó al 112 porque de un piso salía un intenso olor a quemado. El lugar: un bloque de la plaza del Mil·lenari, en el barrio de Sant Llorenç.
Llegaron dotaciones de la Policía Municipal (dos) y de Bombers (tres). Y comprobaron la fumarada que surgía de las rendijas de la puerta de la vivienda. Llamaron. No contestaba nadie.
Ventilación
La Policía Municipal realizó gestiones para encontrar a algún morador del domicilio, pero no hubo manera. Los bomberos debían entrar, aunque fuese a las bravas, por si acaso, por si había alguien lastimado o intoxicado.
Así, los bomberos no tuvieron más remedio que forzar la puerta para entrar. En efecto, la vivienda estaba vacía de personas. La humareda procedía de la cocina, de un horno que estaba encendido, con un pastel dentro.
No se registraron más daños que los de la puerta, pero los bomberos airearon el domicilio con el uso de un ventilador. Los Mossos d’Esquadra consiguieron dar con un morador, que estaba trabajando y se puso en contacto con un familiar para que acudiese al bloque.
